Facultad de perdedores [ChanBaek]

Capítulo XVI

EL ABOGADO DEL DIABLO

Su mente abrumada no podía distinguir otra cosa que no fueran los labios de SeHun reclamando los suyos, como un hombre posesivo reclama lo que le pertenece.

Apenas fue ligeramente consiente al sentir como SeHun enterró los dedos de su mano libre en su cadera, manteniéndolo inmóvil contra el enorme tronco en aquel hermoso jardín.

Totalmente aislados de la vista pública.

Su cuerpo experimentó un temblor de placer recorrerle por la columna vertebral cuando su boca fue forzada a darle entrada a la lengua caliente que arrasaba cada recoveco posible.

Su cuerpo respondía con la misma necesidad carnal que la del contrario.

— SeHun — jadeó apenas en un murmulló, con la respiración irregular. Tenía que quitarse al tipo de encima antes de que cometiera una tontería. — Tienes que parar. — las palabras que escuetamente podía conjurar contrastaban con las respuestas que su cuerpo tenía ante los toques de SeHun.

LuHan desnudó su cuello cuando los calientes besos recorrieron su camino desde su mandíbula hasta su hombro.

— ¿Sabes por qué me encantas? — fue una pregunta murmurada sobre su piel. Tuvo que morderse el labio inferior para no dejar escapar un gemido vergonzoso. No le contesto.  — Porque eres un maldito genio. ¿Quién hubiera sospechado de siempre dulce y tierno LuHan? — el rubio intentó quitarse el pesado cuerpo de encima, pero el agarre en su cadera se intensifico casi al grado de hacer que se quejara del dolor. — Destruiste a BaekHyun sin tocarte el corazón. — LuHan gimió con los labios apretados al tiempo que SeHun soltó una risita cínica. — Fuiste más listo que yo. Eso te hace caliente como el infierno. — LuHan pensaba que ya se estaba pasando de la raya.

Se asustó cuando las manos de SeHun intentaron colarse por su camisa. Dio gracias a los ángeles que su traje de gala estuviera bien fajado.

— ¡Basta! ¡No sé de qué me estás hablando! — dijo, intentando hacerlo entrar en razón.

— No tienes que mentirme bebé. Ya lo es todo. Tú amiguita me lo dijo. — SeHun lo vio directamente a los ojos. Su cercanía era tanta que sintió como sus piernas comenzaban a temblar. Su pulso incrementaba a cada segundo. — Ni siquiera puedes imaginar lo que sentí al enterarme que el pequeño LuHan había sido el culpable de todo. Me dejo sin palabras. Y ahora saber que eres toda una cosita astuta y sin remordimientos me hace querer tomar todo de ti...Me encantas. No sabes cómo me pone verte así, cariño. Todo sonrojado y listo para mí, bebé. — sin darle tiempo de responder, SeHun reclamó sus labios de forma brusca. La ola de caliente necesidad fluyo por cada gota de sangre que corría sus venas. — Quiero poseerte de todas las formas posibles. —

Esto se estaba saliendo de control.

Con la poca cordura que le quedaba, reunió todas sus fuerzas y con las manos en el pecho del pelinegro, lo empujó lejos de él.

Iba a reclamarle por lo idiota que se estaba comportado, pero el sonido del cristal rompiéndose contra las rocas del jardín los distrajo.

Mierda, alguien los había escuchado.

📌📌📌

Ocho meses antes

La noche había caído como todas las anteriores; lenta y aburrida.

Había terminado sus deberes desde horas atrás y con total honestidad, no encontraba algo realmente interesante para hacer.

Así que salió de su habitación y fue a buscar a su madre.