Capítulo 3

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Estaba llegando al instituto para cumplir con mi castigo cuando oí unas voces que provenían del campo de rugby.

Me acerqué para ver que pasaba y vi a dos chicos del equipo pelearse brutalmente, aunque no se veían las caras porque estaban de espaldas.

Supuse que sería Finn, como siempre. Seguramente estaba corriendo, como cada tarde, y algún otro jugador se le habría acercado para incordiarle.

Tan pronto como pude, solté la chaqueta que llevaba en las manos y salí corriendo a separarlos. Eran las seis de la tarde, por lo que todos estaban ya en sus respectivas casas y nadie, excepto yo, los podría separar.

Estaba intentando separarlos cuando noté que un puño firme impactaba contra mi cara y yo caía al suelo. Lo siguiente que recuerdo está todo negro.

***

Desperté en la enfermería. Cuando abrí los ojos vi a Ryan delante mía, observandome como si yo fuera un rompecabezas imposible de descifrar.

Me sobresalté al recordar la pelea.

-¿qué hago aquí? Mejor dicho, ¿qué haces aquí?- hice una pausa- Fuera hay dos chicos peleándose, tienes que ir a separarlos.

-Primero que todo, buenos días. Llevas media hora inconsciente porque Liam te pegó un puñetazo en el ojo cuando nos intentaste separar.- se tensó- Ahora tú tienes un ojo morado y yo dos semanas de castigo limpiando el almacén.

¿LIMPIANDO EL QUÉ? ¿TENIA QUÉ LIMPIAR TODOS LOS DÍAS CON ÉL DESPUÉS DEL COLEGIO? Antes preferiría trabajar limpiándole el culo a Sadam Hussein.

-¿Y dónde está Liam?¿Él no recibe castigo?-pregunté intentando disimular mi ira.

Se quedó callado pensando hasta que se dignó a responder- No lo sé.- esas fueron sus últimas palabras antes de que se fuera de la enfermería dejándome sola.

***

Salí de la enfermería en dirección al baño. Cuando me miré al espejo no pude evitar reírme por como tenía la cara. Liam me había dejado un ojo morado y parecía que me había puesto sombra de ojos en un ojo y en el otro no.

Me dirigí hacia el almacén, donde me encontré a Ryan de nuevo.

Se quedó mirándome y por fin decidió romper el silencio tan incómodo que se había formado entre nosotros- ¿Siempre has tenido complejo de heroína? Lo digo porque prácticamente saltaste encima nuestra cuando nos estábamos peleando.- Dijo en un tono burlón.

-Si hubiera sabido que eras tú, hubiera dejado que Liam te ganara y te diera este puñetazo a ti- dije señalándome el ojo.

-¿Ganarme? Muy graciosa. Nunca he perdido una pelea, y no lo pensaba hacer esta vez.- dijo en tono arrogante.

-¿ah no?- dije- eso esta por ver.

Salté encima suya haciéndolo tambalear y caímos entre risas al suelo. Mientras él intentaba darse la vuelta para defenderse, yo le daba pequeños golpes por todo el cuerpo. Segundos después me senté encima de su torso, le agarré de las muñecas y le dije al oído- ¿y esta quién la ha ganado?.

No dijo nada y en un abrir y cerrar de ojos me tumbó, me atrapó entre sus piernas y me inmovilizó las muñecas. Se acercó lentamente a mi oreja y me susurró- ya te he dicho que yo nunca pierdo.-Me mordió el lóbulo de la oreja y el corazón me dio un vuelco.

Estábamos demasiado cerca. Es más, creo que no podíamos estar más cerca. Él se separó muy poco para mirarme a los ojos y mi corazón se aceleró.

Hasta entonces no me había dado cuenta de lo atractivo que era Ryan. Sus ojos oscuros se clavaron en los míos. No podía parar de mirarle los labios, que en ese momento me resultaban irresistibles.

Rompió el silencio y dijo- Suficiente pelea por hoy. Vamos a limpiar.- se levantó y se dirigió hacia unas cajas al fondo de la sala.

Habia jugado conmigo, y él sabía que me había gustado. Que cabrón, no le iba a dejar volverlo a hacer. Me vuelve loca y no precisamente de amor.

Me miró y me guiñó el ojo sutilmente, a lo que le respondí con una mueca burlona.

***

Cuando por fin terminamos me llamó Débora.

-Diga?-pregunté

-Hola Callie, soy Débora. Acabamos de llegar a la fiesta. ¿Estas segura de que no quieres venir? Esto está muy animado, te lo pasarás genial, hazme caso.- afirmó ella.

Sentí un ligero tirón en la mano y ví como Ryan se colocaba mi mobil en la oreja- Claro que iremos, yo la llevo, no te preocupes.- y colgó.

-¡Oye!¿De que vas? He dicho que no quiero ir, no me puedes obligar.-grité enfadada.

-Ya sabemos quién es el que gana las peleas de los dos así que no me hagas empezar una- me dijo.

Al final terminé cediendo y nos fuimos en su coche hacia la casa de Lilian.

Hola!!! Si os está gustando la historia me haríais un favor votando y comentando.

¿Que creéis que va a pasar en la fiesta? ¿qué os parece este plot twist?

Entre tú y una balaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora