👑Imperial destination👑 || Yoonmin.

👑Nine👑

La lucha comenzó. Choques de espadas. Gruñidos de ambos hombres peleando.

Yoongi tenía que reconocer que subestimó a Jeon, este se sabía defender. Aunque le faltaba técnica y precisión.

Golpes desviados, más choques.

Sentía que Jungkook quería clavarle con el filo de su espada o tocarlo con ella. Eso era muy extraño ¿por qué no intentaba desarmarlo? Ese era el requisito para ganar, no era una lucha a muerte.

—Siento que no entendiste muy bien las reglas del juego — susurró Yoongi, golpeando su arma contra la otra.

—¿Mi querido Jimin no te advirtió sobre que me gusta jugar sucio?— preguntó burlón, esquivando los intentos del emperador por tirar su espada.

Yoongi gruñó y siguió atacando.

En una de las tribunas, Jimin observaba todo atentamente. Tenía un mal presentimiento.

—¡Jimin!— gritó uno de los concubinos de Jeon— Tengo algo importante que decirte — dijo llegando hasta él.

—¿Qué ocurre?— preguntó, dejando de mirar la pelea para prestar total atención al chico.

—E-es sobre Jungkook... él... baño en veneno el filo de su espada... por eso esta tratando de que el emperador toque su espada...— contó agitado el concubino.

El peligris se tensó en su lugar y miró horrorizado hacia el campo de batalla. Yoongi estaba desviando todos los toques, pero sabía que en cualquier momento Jeon cumpliría con su objetivo. Así que sin más, se levanto y corrió hacia ellos, dispuesto a advertir a su amado de las intenciones de su malvado rey.

—¡YOONGI!— escuchó que Jimin lo llamaba, esquivó un golpe y giró a ver al peligris que venía corriendo hacia él.

—¿Qué haces?— preguntó con el ceño fruncido.

—Jungkook quiere matarte... su espada esta envenenada — gritó de nuevo.

—Ya le vinieron con el chisme — dijo Jeon entre dientes y luego soltó un gruñido. Se lanzó sobre el emperador mientras este estaba distraído y lo apunto con su arma.

—¡No! ¡Yoongi!— escuchó a lo lejos.

—Eres un imbécil... — susurró Jungkook, acercando la punta de su espada hacia su cara— Planeaba matarte en un par de meses más, pero aceleraste tu muerte al quedarte con mi Jimin — dijo, apretandolo más contra el piso. Yoongi trataba de salirse del agarre, pero el arma envenenada estaba muy cerca de su rostro.

—Jungkook... por favor no lo hagas...— suplicó entre lágrimas el peligris.

—Debiste pensarlo antes de traicionarme — soltó Jeon.

El emperador no sabía que hacer. Estaba totalmente acorralado. ¿Este era su fin?

Los segundos pasaban. Los guardias rodeaban a los tres hombres, pero no podían hacer nada. Pues su alteza estaba en peligro y sabían que cualquier movimiento en falso y todo se acabaría.

Un espadazo. El grito de todos. Y la agonía de un hombre herido, rompieron el fúnebre silencio que se instaló.