No Romance (SasuSaku)

Narración II

Y empezó a leer, las páginas eran pocas pero relataban brevemente desde su inició de enamoramiento, en la secundaria.

"Hoy llegó al Salón un chico, es muy guapo, es amigo de Naruto pero se que puedo acercarme a él, seguro seremos Buenos amigos".

Dio vuelta a la página y leyó lo siguiente:

" Sasuke es muy buena persona, aunque es algo reservado mi gusto paso de ser superficial a algo más profundo, quizá estuvo mal que Naruto me contara sobre su vida, pero Sasuke perdió a sus padres, quizá le parezca molesta pero quiero estar cerca de él, para siempre. "

Sintió sus ojos arder por las lágrimas que salieron, entendió que el diario no fue usado con frecuencia, tenía notas de tal vez cada dos años.

Y encontró el empiezo de su Calvario.

Esas notas eran escritas para él:

Recuerdo haber llorando aquél día, fue un día nublado, las nubes le daban un aspecto triste a ese día, el día primero del Festival, ví tus ojos puestos en la dueña de tus pensamientos y mi mano trato de alcanzar te pero no pude, ya estabas detrás de ella sonriendo como hubiera querido que me sonrieras, volviste después con la misma sonrisa y me contaste lo acontecido.

Pensabas en dar el siguiente paso, no supe que decirte solo sonreí y te di mi señal de apoyo tratando una vez más de aplacar mis sentimientos, asentiste y sin siquiera saber cómo me afectaría me juntaste a tu cuerpo y nos fundimos en un abrazó, quise parar mis brazos pero ya estaba apretando te con toda la fuerza que podía, con sentimientos de amor, de añoranza porque no me soltaras y tu con sentimientos fraternales de agradecimiento.

Recordé que después de eso me acosté en mi cama, sin hablar con nadie solo para tratar de guardar el recuerdo de un abrazó tuyo, asegurándome que estaría bien.

Todo estaría bien ¿verdad?

......

Y las primeras lágrimas salieron por sus ojos, recordando, Sasuke Uchiha, nunca llora.

Y siguió leyendo:

Una esperanza crecío en mi corazón, sentí tus devastadores ojos sobre mí, mientras nuestros compañeros nos animaban a hacerlo.

Un juego, un juego que me daría un prestado recuerdo, Un beso tuyo que guardaría eternamente en mi corazón, un beso que me bastaría para vivir, ¿verdad?.

Al sentirte cerca no pude evitar que mis mejillas ardieron y solo titubeos salieran de mi boca mientras me tomabas por las mejillas e hicieras que te viera a los ojos, sin expresión solo tratando de cumplir el juego, todos nos observaban y mi corazón salto como loco al sentir tus labios sobre los míos, moviéndose y cerré los ojos disfrutando la sensación de un beso que aunque fuera por un reto, estaría presente hasta el final de mis días, no quiero a nadie más que a ti y continúaste el beso sin parar mientras apretabas mis mejillas, parecían con tanto anhelo, una esperanza nació en mi corazón.

Pero no era un romance, al salir de la reunión me acompañaste a casa, mi corazón y mente se pusieron de acuerdo en maquinar posibles escenarios de una confesión y aprete la cartera que traía, hasta que paraste en un parqué y me invitaste a los columpios, ambos nos subimos en ellos y empezamos a balancear nos y aún mi corazón se engañaba lleno de esperanza, hasta que hablaste.

— Lamento que el beso fuera incómodo, pero tan pronto toque tus labios imaginé a Ayame y no pude parar...

Sus palabras taladraron e incluso pare de mover el columpio, mi mente se detuvo, mis neuronas colapsaron y en mi corazón un nuevo cuchillo lo traspasó, empece a sangrar y mis ojos quisieron soltar lágrimas, pero no lo hice solo mire el cielo y reí como idiota, de mi misma, de mis esperanzas y tu te reíste conmigo pensando que me reía de haber imaginado a la chica que amabas.