𝑻𝒐𝒓𝒓𝒆 𝒅𝒆 𝑩𝒂𝒃𝒆𝒍: 𝑩𝒂𝒍𝒂 𝒅𝒆 𝒇𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒚 𝒔𝒂𝒏𝒈𝒓𝒆.

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Lev estaba acostumbrado a ser el centro de atención, en Venecia era realmente popular, casi podía decir que el transpiraba un letrero llamado centro de atención, bueno el y su hermano, por supuesto; realmente no le importaba, su único problema era que de algún modo le habían arrebatado todo a lo que estaba acostumbrado, ahora tenía que vivir con los americanos y sus extrañas costumbres, mejor ni hablar de la comida.

Se llevó el cigarrillo a los labios y le dio una última calada antes de votarlo hacia una basura cercana, Killian se encontraba comprando hamburguesas después de dos horas de castigo que cabe añadir él estuvo presente, se recostó en la moto y saco su celular, el aburrimiento lo llevo a revisar sus redes desinteresado, recibió un mensaje de Castiel su nuevo amigo de la escuela, lo estaba invitando a una fiesta, al parecer de bienvenida, un lunes, sonrió girándose hacia la puerta de la tienda, Killian venia cargando dos bolsas con el ceño fruncido.

_ Dos hamburguesas con doble queso, papas quemadas y gaseosas de procedencia desconocida_ lo mire confundido_ es real, les pregunte el sabor y no me dijeron nada, quemaron mis preciadas papas.

Se llevó con dramatismo la mano a la cabeza, fingiendo un sollozo. Rodé los ojos ante su dramatismo, y sonreí irónicamente antes de coger una de las bolsas, Killian rodeo la moto, poniéndose el casco, lo imite y partimos hacia nuestro "hogar". La casa era lo suficientemente grande para 3 chicos sin sabiduría de cocina, en Venecia era diferente, Idara cocinaba, hacia los mejores platillos y nunca podía faltar sus sonrisas alegres.

_ ¿En qué andas pensando? _ Pregunto Killian curioso, entrando a la casa

Me encogí de hombros

_En Idara_ Killian sonrió a la nada.

_Es extraño pensar que no la volveremos a ver_ comento, se giró para poder gritar con fuerza el nombre de nuestro padre.

El silencio nos dio a entender que no estaba en casa, nos sentamos en la mesa sacando las bolsas de comida, Killian saco con pesar unas papas demasiado doradas para su gusto.

_ Tal vez volamos a Venecia en poco timpo...por cierto recibí una invitación a una fiesta, hoy ¿quieres ir? _ enfatizo en el "hoy" para luego mirar a Killian, el cual se detuvo a mitad de su mordida a la hamburguesa, para mirarle arqueando una ceja como si fuera estúpido, aguanto las ganas de decir una palabrota

_Es lunes_ le recrimino su hermano

_ ¡Y mañana martes!_ fingió sorpresa, sonrió de medio lado y lo miro con ojos _ ¿Vienes o no?

Killian pareció meditarlo con rostro serio, para luego asentir con una pequeña sonrisa.

_ Meta del día, hacer que mi hermano llegue vivo a casa_ comento como si le dijera que era un caso perdido y mordió su hamburguesa, Lev solo pudo soltar una risa.

***

Lev miraba con atención la enorme casa de la cual salían escandalosos gritos mezclados con la música, se acomodó la chaqueta de cuero y busco a Killian con la mirada, su pelo rubio fue facil de identificar en la oscuridad, lo encontró cerca de un árbol hablando entre gritos en el celular, se acercó entre empujones con las personas que entraban entusiasmadas al lugar.

_...Ponte el vestido rojo, a todo el mundo le gusta el rojo_ Grito Killian por encima de la música, sus ojos grises se enfocaron en Lev y pidió un minuto con los dedos_ Grace...Grace...¡Grace! No lo repetiré, te veo aquí en 5 minutos.

Colgó, se giró hacia su hermano, mirando hacia abajo; jamás lo admitiría, pero detestaba la altura de su hermano, lo hacía sentirse completamente inferior, lo cogió del codo empujándolo hacia la entrada.