~~~MI MATE AGRIDULCE~~~

CAPITULO 11

-----JASON AJAX------

-Carlos ¿está todo listo? –pregunte.

-Sí señor, nos da la orden y salimos para la manada Luna Escarlata –

-Pues ¿Qué estamos esperando? Vamos. –

Salimos de aquella casa que por el momento habitábamos, algunos de mis hombres fueron en busca de más gente porque sé que de este confrontamiento correrá sangre.

Al solo pensar que MI MUJER este esperando cachorros que no sean míos, me consume y esta furia ya no puedo contenerla.

Tanto pensar en cómo acabar con aquel sucio alfa, me está afectando en demasía. Primero debo pensar en cómo sacar a Kristal sana y salva de esta guerra. Debo ponerle en sobre aviso.

MENSAJE DE TEXTO.

Jasón: Mi querida señora, es momento de que regreses al lugar donde realmente perteneces y si no es por las buenas, entonces será por las malas.

Kristal: Está muy equivocado, yo pertenezco a este lugar que es mi hogar y si lo que desea es que lo rechace públicamente, LO HARE, no me importa quien sea, pero he decidido luchar por mi felicidad.

Jasón: Amada mía tu felicidad está conmigo. Tú y tu hijo pertenecen a mi lado.

Kristal: Eso nunca, mi hijo, esposo y yo nunca nos separaremos. Hare hasta lo imposible por llegar a mi felicidad.

Jasón: ¡TU FELICIDAD SOY YO! Entiéndelo de una buena vez por todas.

Kristal: eso nunca.

FIN DE MENSAJE DE TEXTO

No entiendo que es lo que Kristal haya visto en aquel alfa, no entiendo por qué le pertenecen sus sentimientos si aún no sabe cómo realmente es.

-Señor ya estamos por llegar a la manada –informa.

-Hoy comienza la guerra. –

En los límites de la manada están los guardias de aquella manada, no pienso retroceder ni un solo paso ante ellos. Ellos no son nada comparado con mi manada, son unos completos débiles igual que su alfa que seguramente se está ocultando tras Kristal.

- ¿Debería enseñarle a aquel Alfa cómo se maneja a una verdadera manada? –

-Creo que sería imposible que aprenda de sus habilidades. –

-Entiendo tu punto de vista Carlos, es demasiado estúpido como para entender mi forma de manejar a una manada. –

-Señor, entraremos como visitantes. Esta vez solo podremos dejar una amenaza a este Alfa. –

-¿Cómo que solo una amenaza? Carlos no pienso dejar que mi mujer se quede un día más. –

-Eso es lo que haremos entender. El plan es llevarnos a la señora sin que nadie se dé cuenta. –

-Carlos alguna vez te he dicho que me gusta tu manera de pensar. Por si no te lo he dicho te lo digo ahora. –

-Señor solo cumplo con mi trabajo. –

Llegamos a la entrada de la casa del alfa, para ser una manada deficiente su población es muy abundante y sobre todo por lo poco que he visto la mayoría son alfas.

Al bajar del carro lo primero que llego a percibir es una hermosa risa junto a un aroma demasiado llamativo y encantador. Carlos toca la puerta y esperamos a que estas sean abiertas, al instante una señora de no más de 40 años humanos nos recibe con un rostro muy serio para mi gusto.