SEGUNDO DÍA

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Miércoles, 05-12-2018

Desperté a las 8 am con un poco de sueño y dolor en la espalda, (la sensación es bastante irritante) me levanto de la cama, la tiendo, me quito mi pantalonilla y me coloco un short color blanco; me voy a cepillar al baño, (que está dentro de mi habitación) término de cepillarme, me lavo la cara y me seco con una toalla que está dentro del mismo baño.

Me veo al espejo, trato de colocar mi mente blanco e inculcarme de manera colosal la determinación para poder  sobrevivir un día más en este lugar, luego de ello, me dirijo al WC a orinar, cuando mi tía inusualmente toca la puerta, de manera inmediata y sin razón alguna para los nervios que tenía.

-Ya voy!, estoy en el baño- exclamo con un fuerte tono de voz.

-Ok, pero apresúrate- dice de manera exaltada y raramente alentadora.

Al escucharla, terminé de orinar, bajo el tanque, me subo mi ropa interior y short, para dirigirme a abrir la puerta de la habitación.

*Abro la habitación*

-Oye baja en 6 minutos para desayunar.

-Está bien tía antes buscaré mi libro y me pondré una franela.

-Vale pero bajas rápido- lo dice recalcando el hecho de que se de prisa.

-Lo haré rápido... es más espérame, bajo contigo -la verdad siempre he tenido la confianza de hablar con mi tía Leti sin educación y tampoco de manera formal-.

Apenas me di la vuelta, me dirigí a tomar mi libro y una franela (para no estar sin camisa, es mi tía y hay confianza, pero como todo, se le debe respeto), alli mismo de manera simultánea a mis acciones, *hace un sonido de asombro*...

-Que te pasó en la espalda!?-dice con la voz temblorosa y débil.

-Por qué lo preguntas tía?.

-Porque la tienes toda rasguñada y roja!!-lo dice con la voz temblorosa y en un tono bastante preocupante.

Para no preocuparla, ni nada por el estilo trate de persuadirla...

-Tranquila, esos me los hizo mi novia antes de venirme -Ni novia tengo, pero preferiría no alertarla y descubrir por medios propios el porqué de tantas anomalías y cosas extrañamente aterradoras de este lugar.

-Ah ok, ya me iba a dar algo porque tu sabes,- hablando de manera seria- los rumores acerca de este bosque- lo dice con un tono de voz sumamente bajo.

-Sí lo sé, pero yo creo que son tan sólo mitos- lo digo con un tono de voz vacilante e infantil.

-Bueno está bien creo en ti.

Me puse la franela, tomé mi libro y bajamos a la sala... Ella terminó de hacer el desayuno y en el comedor desayunamos de manera inmediata, ninguno lo demostraba, pero ambos teníamos muchísima hambre, entre el tiempo que duramos desayunando, me pregunté -¿como rayos me hice todos esos rasguños?- bueno cosas raras...

-Hey estás bien?- dice preocupada.

Reaccioné apenas a lo que me tocó.

-Sí sí tía, es que sólo pensaba en que hacen Rachel y mi mamá- digo con un tono de nervio, pero mostrando de manera despreocupada otra actitud para no dar a notar que mentía.

-Ahhh claro claro.

Apenas terminé de comer, me levanté de la mesa, lavé todos los trastes y le pedí permiso a mi tía para salir, de lo cual ella aceptó y me dijo que estaría tomando una siesta mientras yo estuviese fuera de la cabaña, mirándola fijamente tan solo aciento y subo a mi habitación para vestirme...
Me coloqué unas zapatillas nikes totalmente negras, una sudadera azul marino con bolsillo delante y un gorro color blanco con unas letras japonesas que decían en un diseño bastante abstracto "valor"; aparte de ello buscar mis herramientas o bueno como les digo yo, mis armas y materiales de supervivencia en este lugar; bajé, tomé las llaves de la casa y partí en mi nueva excursión de tierras o lugares desconocidos, desde mi punto de perspectiva tengo las expectativas bastante amplias a que será un día sin igual, algo que realmente cambiará el curso de mi vida (en si así es).

Un Invierno en el bosque de GryfinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora