PRIMER DÍA

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Martes, 04-12-2018

A las 12 pm recibimos una llamada de mi tía Leticia la cual nos invitó a mi hermana y por supuesto a mi a pasar todas las vacaciones de invierno con ella, lo cual aceptamos, más yo no me había percatado de que estaríamos en la antigua cabaña del abuelo Mike, que está ubicada en el bosque Gryfino.

Yo la verdad sentía un verdadero pánico, no me agrada para nada ese lugar, con tan sólo escuchar que pasaríamos las vacaciones en la vieja cabaña, hacía que se me erizara la piel, me parecía una completa locura ir hacia allá e inclusive le pedí mil y un veces a mi madre que me ayudase a dar una excusa para no ir, pero ella dijo que yo acepté y no me podía redimir de mi decisión.

Así que sin otras opciones, hice mi equipaje y me dispuse a afrontar mis miedos en esa cabaña, empaqué mi linterna, tres barras luminiscentes y la navaja que me regaló mi padre antes de suicidarse.

Terminé de guardar mi equipaje, mis utensilios de supervivencia y me dispuse a bajar para que nos llevaran a mi hermana "Rachel" y a mí, más mi madre me dijo que Rachel no vendría conmigo a la cabaña porque tenía gripa y no la dejaría allí sin ella estár, yo le insistí manera desesperada que fuera conmigo y se quedará allá, pero ella dijo inmediatamente:

-¿Estás loco!?-Dijo con pánico- Esa chica aparte de que es tu familia por parte de papá a la cual nunca le caí bien, le tengo terror a esa cabaña.

Yo en mi mente dije, -Bueno ya que, ya no importa-, mi hermana era la persona que me iba a dar el apoyo y ánimos los cuales me faltaban para estar esos 16 días contando el que transcurría, en ese lugar completamente aislado tan sólo con la compañía de mi tía, en mi mente sonaban estas palabra -fínge dolor estomacal y dile a tu mamá que no quieres ir-, pero pensé que me vería como un cobarde que en realidad si soy y que dejaría sola mi tía, me dije  -No, yo tengo que acompañarla, soy un hombre y me mostraré como tal -.

-Está bien mamá, iré a cuidar a mi tía de cualquier peligro.

-Bueno, pero te cuidas- exclama un tanto preocupada.

Ya luego de más o menos unas 3 horas de camino, que son divididos en (2 horas y 30 minutos en tren y 30 en taxis incluido en el que nos encontramos), llegamos a la cabaña donde mi tía me esperaba ansiosa y con una sonrisa en la cara, yo me dije  -¿que puede salir mal?- osea estaré con mi tía favorita tan sólo por vacaciones, sin mi madre y sin responsabilidades.

Me bajé del taxi que tomamos en la estación de tren y corrí hacia ella para abrazarla, la presioné fuertemente contra mi pecho con intensidad, porque realmente la extrañaba muchísimo; luego cuando me iba a apartar de su cuerpo, miré de reojo a un hombre ensangrentado caminando hacia los adentrados del bosque, me quedé completamente en shock, más tuve que contenerme y disimular muy bien para que no me dijeran loco.

Luego de bajar mi equipaje de la maletera del taxi, me despedí de mi mamá y de Rachel, se subieron al taxi e inmediatamente partieron de vuelta a la estación de tren, yo me quedé con mi tía fuera de la cabaña observando hasta que el coche no estuviese a la vista, entramos a la cabaña y me di cuenta que tampoco teníamos señal o servicio de televisión por cable, tan sólo un servicio de telefonía incluido dentro de la misma casa y otro a medio kilómetro de distancia, ambos realmente antiguos, lo malo es que es por cobrar, en serio agradezco haber traído 6 libros para entretenerme o pasar el rato y tres empaques de baterías para la linterna, siento que realmente dichas baterías son de vitalidad en este lugar tan lúgubre.

-Tía, ¿me podrías indicar la habitación en la que me quedaré?.

-Una de las habitaciones de arriba elige a gusto- responde ella de inmediato.

Subí con muchísima energía, tenía sujeto el equipaje con mi mano derecha y yo gustoso elegí la del lado derecho que es la más espaciosa, fuí y desempaque mi ropa, la guarde en el armario y todas mis herramientas u cosas extras como los libros, las guarde en la mesa de noche junto a la cama del lado izquierdo.

Ya al terminar de organizar mis pertenencias en dicha habitación, me tiré en la misma a escribir un poco en la libreta que llevé acerca de como estaba resultando ser mi experiencia en la cabaña los 16 días estipulados, duré una hora con 13 minutos en ello.

Luego bajo a la sala, son las 4:19 pm, por lo visto al llegar a la cabaña le dije a mi tía que saldría a la entrada de la cabaña para observar el bosque, a lo que luego de quedarse en silencio absoluto durante unos 4 minutos accedió...

Realmente tengo una abundante intriga que llena cada rincón de mi cabeza, no puedo actuar con naturalidad como acostumbro, siento el aire pesado, me sofoco un poco al recordar a aquel hombre y me senté en las escaleras de ingreso a la cabaña, quería observar directamente al bosque a ver si ocurría o detectaba que pasara algo extraño, en ese procedimiento pasaron un par de horas y decido entrar a la cabaña, ya que estábamos en invierno había demasiado frío, hubiese permanecido más, lástima que no me había colocado mi chaqueta de piel...

Procedo a entrar a la cabaña, cierro la puerta con seguro, me doy un apretón en los brazos, los muevo de arriba a abajo para calentarme un poco, prueba de que había mucho frío fue el tener que hacer ello; en fin, subí a mi nueva habitación y me acosté a ver hacia arriba, con tanto aburrimiento traté de ver que forma tenían los troncos de madera cosa que no llegué a la conclusión de la silueta de ninguno...

-Hijo ya son las 7:00 pm, ¿que quieres cenar- grita mi tía desde la sala.

-Wow tía yo quiero unos sándwiches con queso y un vaso de leche caliente para dormir plácidamente!- indicó con un fuerte tono de voz.

Sin pensarlo, busqué uno de mis libros llamado "Once Minutos". ( El autor es Paulo Coelho).
Y bajé apenas lo tomé, pero antes de ello escuché un cántico muy bonito cerca de la casa, pero cuando me fijé por la ventana no había nada, pensé que sólo fue mi imaginación y bajé con el libro, estuve sentado en el sofá unos 19 minutos leyendo super concentrado en la espera de la cena, en ese tiempo leí unas 7 páginas y realmente me pareció muy interesante, pero unos 3 minutos después..

-Ya está lista la cena!- exclama mi tía en voz alta.

-Okey tía ya voy!

Me dirigí al comedor, cenamos y al terminar de cenar me dirigí al teléfono de la cabaña.

Al llegar a el, marqué al móvil de mi mamá y establecimos una corta conversación...

-Buenas noches mami, ¿te encuentras bien? ¿llegaron sin ningún problema a la casa?

-Si hijo, llegamos bien a pesar de un pequeño retraso que hubo del tren de Gryfino hacia acá a Poznań, esperamos el tren un poco más de 20 minutos y al llegar nos vinimos con tranquilidad, tu hermanita se quedó dormida en mi regazo, ya sabes que se siente un poco mal y por no dejarla sola la traje con nosotros aunque no creo que haya sido lo correcto, estos fríos de invierno no le hacen bien.

Realmente mi mamá si que habla mucho, pero tiene toda la razón, sinceramente me alegro de que hayan llegado bien a la casa.

-Entiendo mami, que bien que ya hayan llegado, te marcaré a veces para que sepas que existo y no te preocupes tanto por mi, te dejo porque tengo sueño, te quiero.

-Yo también te quiero, descansa- dijo antes de colgar la llamada.

Coloco el teléfono en su lugar y de lo exhausto que estuve por el viaje de 3 horas para venir a la cabaña, sólo subí, me puse una pantalonilla muy cómoda, me quito la franela que llevo puesta; me acosté, cerré los ojos y me dormí enseguida sin ningún problema. Eran las 7:55 pm, creo que era bastante temprano, el sueño y el cansancio pudieron conmigo.

Un Invierno en el bosque de GryfinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora