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—Eres muy lento

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—Eres muy lento. —Se quejó Sanemi, moviendo las caderas en un esfuerzo por acelerar las cosas —¿No habías dicho que me ibas a comer o algo así? No soy delicado... ¡Ah!

Tengen le envió al albino una sonrisa pícara, torciendo los dedos de nuevo para sacar otro gemido del más bajo —Voy a tomarme mi tiempo, ¿Sí? Además, todavía estás demasiado estrecho. —Solo para demostrarlo, intentó extender su dedo índice y medio en el agujero de Shinazugawa, riéndose por la forma en que los talones del menor presionaron contra su espalda mientras se arqueaba en el futón.

Sanemi tiró de la yukata de Uzui, arrugando la tela suave en un puño fuertemente apretado —No. Hagas. Eso. —No se quejaba, pero realmente no podía negar que el platinado era grande, en todo sentido. Después de todo era el segundo más alto entre los pilares. Sus dedos eran largos y gruesos, solo dos de ellos podrían satisfacer al de cicatrices durante las próximas semanas, pero él no quería unos malditos dedos, quería el verdadero jodido premio oculto entre las piernas de ese bastardo narcisista —Si sigues preparándome y presionando en ese punto, me voy a correr, maldita sea.

—Suenas como una oiran barata. —Murmuró Tengen, inclinándose para besar a Sanemi, devorando cualquier queja que el hombre más pequeño tuviera sobre su comentario. Y también para relajarlo, deslizando un tercer digito y estirarlo un poco más, empujando sus dedos contra la próstata del violáceo hasta que este mismo se apartó del beso con un estremecimiento fuerte y tembloroso.

— ¿Q-qué t-te acabo de decir? —Se aferró aún más al pilar del sonido, pero el otro hombre no se detuvo. En todo caso, sus dedos fueron más rápidos y más profundos hasta que Sanemi estuvo al borde. Luciendo tan inestable a su mirar — ¡Ten-gen, lo digo en serio! ¡M-Me voy a venir, hijo de puta!

—Primero me llamas por mi nombre y luego me insultas, ¿estás seguro de que no quieres terminar, Shina? Está bien, adelante, hazlo. —Deslizó su cuerpo más abajo, con el cuidado de mantener sus dedos dentro del violáceo, y tomar la cabeza de su polla goteante para guiarla a su boca —Lo consideraré un aperitivo, ¡Uno extravagante!

Ugh, Sanemi lo odiaba tanto.

Dejó de retorcerse cuando tocó la cúspide, con los dedos de los pies curvados y los de sus manos clavándose en el cuero cabelludo de Uzui, y al platinado no le importó. Estaba demasiado ocupado bebiendo la semilla de Shinazugawa, lamiéndole hasta la última gota y dejando el miembro brillante con saliva. Sanemi cerró los ojos con fuerza y tiró del cabello del más alto de nuevo, —Idiota, maldita sea detente, acabo de- oh mierda, terminar, ¿estás escuchando? Estoy- estoy sensible, bastardo... ¡Ngh!

Tengen se lamió los labios y le dio un beso en la cadera, como sí con eso lograse calmar su arrebato —Está bien, eres joven. Puedes tener más orgasmos, ¿No?

Sanemi intentó patearlo, pero él le terminó levantando la pierna demasiado a lo alto y sintió que la electricidad le subía por la columna vertebral cuando los dedos de Uzui rozaron nuevamente su próstata — ¡Todavía me encuentro sensible, gilipollas! —Se atragantó con sus palabras —Ve despacio, joder, joder.

❝ Pain is my pleasure ⌜ ᴋɴʏ - ᴜᴢᴜsᴀɴᴇ ⌟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora