ᴅᴜᴅᴀ

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Las clases transcurrían con normalidad. La profesora explicaba su clase mientras todas las demás hacían apuntes sobre ello como si su vidas dependiera de ellos, aunque claro, no para todas. Yo normalmente estuviera haciendo lo mismo, o quizás solamente estaría bien con poner atención durante dicha clase, pero por esta vez nada me daba importancia... una vez más estaba envuelta en mi propia tortura a lo cuál se conoce como "pensar".

Mierda.

—¡Deja de pensar en ello, Arisa! — me dije. Pero simplemente no podía hacerlo, digo, era inevitable pensar en ella cuando está en el mismo salón que el tuyo. Verla ahí sentada, ver su rostro fingiendo concentración en la clase y anotando apuntes, era suficiente como para que mis mejillas comenzaran a sonrojarse, y sobre todo ante aquellos irresistibles ojos violetas, realmente era un sufrimiento admitir que me parecía linda.

—¡Demonios, Arisa! ¡Deja de hacer eso!— me grité.
Odiaba que ella lograra hacer que me avergonzara, y ahora odio admitir que ella provoca esto en mí. Diablos, de verdad me dan ganas de abofetearla por eso. Pero, ¿Por qué?

¿Y por qué hace eso? O mejor, ¿Cómo es que logra hacer que mi corazón comience a latir rápido?Solamente es una atracción insignificante, ¿no?

A veces me presiono a mi misma, cuestionándome y exigiéndome una respuesta ante todas estas preguntas, no es para sentirme bien sino para dejar de pelear conmigo misma... o eso es lo que supongo. Pero no sirve de nada hacerte una batalla interna sabiendo que tu orgullo es más grande, porque has vivido toda tu vida con el.
Suele pasar, siempre suele pasar ¿No es así? Es difícil ganar un pelea contigo, con tu mente. Tú misma sabes cuales son tu debilidades, gustos y disgustos, porque te conoces más que a nadie en este mundo, aunque no lo sepas.

—Para empezar, ¿Por qué sentiría algo así por Kasumi?—



Ahora que lo pienso... ¿Cómo es que todo esto empezó?
Supongo que todo inició después de que la conocí aquella tarde de primavera, en donde la encontré husmeando en el ático. Sin duda, aún recuerdo con claridad aquellos primeros momentos que pasé con ella; desde cuando tuvo la loca idea de formar una banda, o aquella vez en la que pudimos conseguir tocar en SPACE.
De hecho... Recuerdo todo lo que he vivido con ella, y de alguna manera me hace feliz hacerlo.

De cierta manera, me hacía feliz pensar en ella.

...

Las clases por fin había concluido. Hoy había ensayo, así que las chicas y yo tendríamos que reunir para la práctica. Kasumi y yo nos quedamos esperando durante la salida a que llegaran las demás. Estábamos en completo silencio hasta que Kasumi decidió romperlo con temas al azar. Al principio solamente eran preguntas tontas, pero poco a poco se fue convirtiendo en una plática agradable y hasta entretenida. No podía evitar sentir un poco de vergüenza al darme cuenta de que eramos solamente ella y yo a solas, en una conversación en donde por fin podía admitir que quería que ese momento fuera más largo.
Pero obviamente nada dura para siempre, y esta no fue la excepción.

—Perdonen la tardanza.— dijo Rimi en forma de disculpa.

— Tardaron demasiado.— gruñí.

— Saaya nos pidió que la acompañáramos a algo, y bueno, nos tomo algo de tiempo. — mencionó O-Tae.

— ¿Saaya?— Dirigí mi mirada hacia la mencionada con sospecha, y para mi sorpresa, ella ya me estaba mirando de manera pícara.

—Disculpen, fue mi culpa que llegaramos tarde. Quería que me acompañaran a entregar algo— aclaró   Saaya con un guiño, haciendo que me sonrojara levemente. Definitivamente ella había planeado que me quedara esperando con Kasumi.

—Bien, hay que irnos antes de que se haga más tarde— sugerí, a lo cuál las demás solamente asintieron como respuesta.

Aunque pareciera que estaba molesta con las demás por haberse demorado tanto, en realidad  me comenzaba a sentir algo extraño desde que llegaron, como si de repente me incomodara y molestara que hayan llegado, pero eso es algo completamente estúpido, ¿No lo creen? Es muy estúpido pensar que no quería que las demás llegaran para poder más tiempo a solas con ella. Realmente es tonto, pero aún así voy admitir que estoy algo agradecida con Saaya.

Mientras caminábamos rumbo a mi casa, me puse atenta las palabras de cada una de las demás mientras conversaban, obviamente miraba a Kasumi de reojo. Kasumi solamente estaba ahí, conversando con O-tae sobre cualquier tema.
Sin darme cuenta, fruncí mi ceño. De nuevo era aquel sentimiento de molestia e incomodidad se presentaba ante mi una vez más... Pero ¿Por qué?
¿Por qué demonios me sentía molesta cada vez que las veía juntas? Se supone que es algo por el cuál no me debería importar, al final, ella puedes estar con quien se le de la regalada gana.

— Parece que alguien le molesta ver a ciertas personitas juntas— comentó Saaya de manera burlona.

— No sé de lo que hablas— respondí sin mirarla.

— Sabes a lo que me refiero perfectamente— continuó diciendo aquella chica de pelo Marrón.
— Tampoco es como si no fueran obvios tus celos—.

— ¡Callate!— grité, captando la atención de las demás— Tú solamente lo dices para molestarme.

— No lo voy a negar, pero tampoco es como si estuviera mintiendo— Aunque me costaba admitirlo, Saaya tenía razón en eso. De repente me había sentido molesta al verlas tan juntas últimamente, pero no sabía si llamarlo "celos".

— ¿Sucede algo, Arisa-chan?— preguntó Rimi. Giré mi mirada hacia su dirección y pude observar como Rimi, Kasumi y O-tae nos miraban confundidas. Saaya solamente comenzó a reír.

—No es nada, chicas, descuiden— dijo sin dejar de reír. Kasumi y O-tae no le dieron más vuelta al asunto, así que solamente asintieron y continuaron hablando mientras que Rimi seguía sin etar convencida de la respuesta.

— No es nada, Rimi, solamente a Saaya le gusta molestarme de vez en cuando—.

—Es verdad— afirmó Saaya

—De acuerdo...— mencionó para después adelantarse con Kasumi y O-tae. Solté un suspiro pesado, de verdad tenía que controlarme y ser cuidadosa con mis emociones, no quisiera que las demás supieran por lo que estoy pasando, mucho menos que haya un malentendido... Después de todo ni siquiera yo estoy segura de lo que siento.

— Veo que sigues confundida— habló una vez más Saaya.

— Si— gruñí. — Después de todo, me dijiste una cosa y luego me mencionaste otra. Primero dices que estoy enamorada, y después me dijiste que solamente podía ser gusto o atracción.

— Lo hice para que tú misma te dieras cuenta de lo que sientes— dicho esto, nos quedamos en silencio por unos segundos, yo no comprendía aquellas palabras que me había dicho Saaya, pero debo admitir que también me daba curiosidad.

— ¿A qué te refieres? — pregunté, rompiendo aquel pequeño silencio.

— Hablaremos de eso en otro momento— respondió. Ella solamente me dedicaba una sonrisa mientras comenzaba adelantarse con las demás, dejándome atrás con la duda.

•ᴜɴ sᴏʟ ᴇsᴄᴏɴᴅɪᴅᴏ ᴇɴ ʟᴀ ʟʟᴜᴠɪᴀ•〚PAUSADA〛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora