Zora
no era su nombre real
y prostituta
para élla
también era sólo un seudónimo.
Élla era arte
itinerante
pasajero
clandestino.
Zora era
nada más que un suspiro
en los ojos de extraños.
[excepto en los ojos del chico de las palomas]
Zora
no era su nombre real
y prostituta
para élla
también era sólo un seudónimo.
Élla era arte
itinerante
pasajero
clandestino.
Zora era
nada más que un suspiro
en los ojos de extraños.
[excepto en los ojos del chico de las palomas]