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──── 𝕰𝖓𝖈𝖚𝖊𝖓𝖙𝖗𝖔 𝖚𝖓 𝖈𝖆𝖉𝖆𝖛𝖊𝖗 ─────
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Reprise / Scott Benson
❝ Yo debí de haber muerto aquel cuatro de febrero de mil novecientos noventa y cuatro ❞
Estaba feliz.
Estaba feliz de estar muerta.
Ahora descansaria, por fin lo haría. Mi cuerpo había desaparecido y el insensante dolor se había esfumado de mis extremidades que seguramente se estarían descomponiendo en aquel preciso instante.
Nunca había estado tan feliz de irme de aquel mundo que me había aceptado con los brazos abiertos. Si me hubieran preguntado antes de ir a ese bosque si estaría feliz de morir a temprana edad saldría corriendo de ahí pensando que eran unos malditos locos. Pero ahora.... Ahora sabía que Dios se había apiadado de mi alma, había puesto sus ojos en mi, y me arrebato el sufrimiento con una cálida brisa. Había escuchado mis rezos y súplicas. Si aun estuviera viva hubiera llorado para soltar aquellos sentimiento que aún aquejaban mi alma y conciencia.
Pero no valía la pena.
No ahora que me había ido.
Aún así, gracias.
Gracias tu aquel ser superior al cual llaman Dios. Gracias por quitarme aquel dolor.
Gracias.
Lo sabía, era una hipócrita. Pero era la naturaleza del humano. Yo nunca había creído en aquel supuesto y perfecto ser que se alzaba sobre nosotros proclamandose nuestro creador. Nuestro Dios. Pero en aquel momento cuando fui acorralada en la esquina de aquella putrefacta y derrumbada casa me encontré rezando, pidiendo un milagro que me sacara de aquella tortura.
Sabía que era imposible que aquel supuesto Dios me mirara y salvará entre millones de personas.
