Amarte en secreto ||Luzuplay|| ||TERMINADA||

Capítulo 46

- Muerte -

Ya no importa la fecha.

Narra Auron:

Salí de mi casa cogiendo mi chaqueta, hacía frío y mucho viento. El día era nublado y parecía que iba a llover, sin embargo, no me importaba mojarme, la lluvia es de lo que menos importa ahora.

He visto cómo mataban a Alex y a mi hermana, y yo no he podido hacer nada al respecto. Más aún, la culpa ha sido mía, no merezco vivir en este mundo.
Me dirigí al bosque en el que me declaré a Borja, pero no cogí el coche, fui andando.

Una vez llegué, me adentré hasta lo más profundo del bosque, me dolían las piernas de caminar tanto, pero han sufrido más ellos dos. Carmen, Alex, pronto nos volveremos a ver, no os preocupéis por mí, estaré con vosotros, y podréis insultarme y culparme de vuestra muerte, me lo tengo merecido, será mejor eso que el dolor que estoy sintiendo ahora, no se me borra la imagen esa de la cabeza, el cuerpo de Alex descuartizado, sangre por toda la habitación, Carmen también había contemplado esa escena y encima en primera persona, luego de eso, la mataron pegándole un tiro en la cabeza y la cortaron en pedazos.
No puedo seguir viviendo con esta culpa, no puedo.

Quiero morir, quiero morir, quiero morir, quiero morir...

El mundo estaría mejor sin mí, dejaría de ser un estorbo para mi familia, no me queda nada más aquí, nada.

Mátate, mátate, mátate.

Esa es la única palabra que puede estar en mi mente ahora mismo.

En lo más profundo del bosque, se encontraban árboles y un lago y parecía ser profundo, el agua estaba sucia, y había niebla, por lo cual tampoco se veían los árboles que estuvieran a lo lejos. Me imaginé colgado en uno de esos árboles, es una pena que no me haya acordado de traer una soga.
Me senté en la orilla del lago y abracé mis piernas, pensando en lo que iba hacer y cómo lo haría.

— Puedo ahogarme, es una buena idea, nadie viene nunca por aquí, podría ahogarme, sería una muerte lenta, y me iría quedando sin aire poco a poco, no está nada mal, y si me ahogo, no encontrarían mi cadáver. — Me dije a mí mismo.

Ya nadie me soporta, soy una completa mierda, soy basura, nadie puede soportarme, doy asco.

Miré el lago fijamente y parecía que me estaba llamando, es como si quisiera que me ahogara en él y así terminaría mi vida. Me levanté decidido, hoy era el día en el que dejaría de estorbar a todo el mundo, hoy es el día en el que por fin moriría.

Me acerqué lo suficiente al lago como para ver mi reflejo, el mío y el de los árboles que lo rodeaban, parecía que no había pájaros y todo estaba en silencio.

Me imaginé a Eduardo dando saltos de alegría en mi funeral, él siempre intentó  hacerme sentir mal, y lo ha conseguido.

Miré muy bien mi reflejo, esta sería la última vez que lo vería. Pude sentir como si alguien me hablara en el oído y era la voz de Eduardo.

— No sé a qué estás esperando, nadie vendrá a salvarte, eso sólo pasa en las historias y en las películas, acaba ya con todo esto.— Sentía como si Eduardo me hablara, pero no había nadie, estaba yo completamente solo.— Hazlo ya, deja de esperar, nadie te va a extrañar.