Capítulo 4

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-El gato de él-

Viernes 6 de diciembre 2019, 8:30 am.

Narradora:

— Bien, ya se fue.— Dijo Luzu mirando por la mirilla de la puerta.

Luzu se despegó de la puerta y miró hacia abajo, mirando el trasportín, dentro de él estaba el gato de Auron maullando.

— ¿Quieres que te saque?— Preguntó Luzu al gato agachándose delante del trasportín.— No sé por qué te lo pregunto si no me puedes contestar y solo estas maullando.— Luzu soltó un suspiro y abrió la puerta del trasportín para que saliera fuera de este.

Don gato, cuando salió del trasportín, fue directo a tumbarse en el sofá, se acomodó y cerró sus ojos.

— ¿Ya te vas a dormir?— Dijo Luzu sentándose en el sofá algo lejos del gato para no molestarlo.— A Raúl también le gusta dormir, al final va a ser verdad eso de que los gatos se parecen a sus dueños, solo espero que tú no seas exactamente como él.— Luzu miró por un momento al gato, este parecía ignorarlo.— ¿Tú también me ignoras? ¿Sabes una cosa? Raúl al principio también era así, cuando lo vi por primera vez, lo veía con unos chicos, siempre esta con ellos, parecía pasárselo bien, pero cuando me acercaba a saludarlo, me ignoraba, sus amigos me devolvían alegres el saludo pero él no, igual sólo me levantaba la mano o ni eso, después, en las clases me ponía más pesado con él, me sentaba a su lado, le hablaba, poco a poco, me empezó a mirar, luego a sonreír, reír y finalmente hablar.— Luzu sonrió al recordar esos pequeños momentos que tuvo con su viejo amigo, pero, bajó su cabeza y su mirada dejando de sonreír.— Pero... Sobrepasamos los límites de la amistad, nos empezamos a amar... Nos veíamos en secreto solo para darnos un beso o varios... Incluso, había días que alguno llevaba un chupón a casa...— Luzu rápidamente se sonrojó y soltó un suspiro.— Mi madre y mi padre pensaban que tenía novia y no era así, Raúl y yo no fuimos pareja solo ¿amigos con derecho? Pero, nunca nos acostamos y... Ahg ¿¡Por qué estoy pensando y hablándote de él a ti!?— Luzu miro al gato de Auron, este se había ido del sofá.— Ya hasta ni un gato quiere escucharme.

Luzu se levantó del sofá y fue directo a una habitación donde habían varias maletas y cajas sin abrir todavía junto con una cama pegada a la pared. Luzu se tumbó en la cama y se tapó con las sábanas con la esperanza de dormir algo más, cerró sus ojos y trató de dormir.

Luzu abrió los ojos, se encontraba volando sobre las nubes, tenía unas grandes y hermosas alas blancas de ángel, voló por encima de las nubes libre, feliz, descendió un poco por debajo de las nubes y vio a alguien caerse, con su mirada pudo ver que ese alguien era...

— Raúl... — Susurró el nombre del chico.

Luzu sin pensárselo dos veces, fue directo a salvarle la vida a su viejo amigo, cuando lo cogió vio que tenía los ojos cerrados y abrió uno de sus ojos.

— ¿Estás bien?— Fueron las únicas palabras que lograron salir de los labios de Luzu.

— Preferiría haber caído y morir que tu me recogieras y me salvarás, ¡Déjame en el suelo!— Le decía Auron a Luzu sin si quiera dar las gracias por salvarlo.

—¿Qué tanto daño te he hecho para que prefieras morir antes que volver a verme?— Le preguntó Luzu con una mirada de tristeza y con su corazón medio roto mientras lo seguía sosteniendo.

— ¡Te fuiste!— Le reprochó.— ¡Me dejaste solo! ¡Destrozaste mi corazón! ¡Mis sentimientos para ti nunca significaron nada! ¡Ni mis sentimientos ni yo!— Le gritaba Auron furioso.

¿Acaso él no hizo lo mismo con los míos?— Pensó Luzu.

— Ya hemos hablado muchas veces de esto y sabes la verdad...— Dijo al fin, apartó la mirada y soltó un suspiro.— Hubiera sido mejor no recogerte y dejarte caer.— Y sin que ninguno de los chicos dijera una sola palabra, lo dejó caer.

Vio como Auron se abrazaba a sí mismo mientras caía pero cuando se arrepintió de dejarlo caer, ya era muy tarde, su amigo estaba muerto en el suelo. Bajó del cielo para tocar con sus pies el suelo donde ahora, yacía su "amigo".

— ¿Qué he hecho?— Decía acariciando la cara pálida del chico, miró por un momento sus manos, estaban manchadas de sangre y grandes lágrimas salían de sus ojos.

De repente, ese hermoso paisaje de nubes del atardecer con hermosos campos verdes, cambió totalmente, ahora hacía muchísima calor, los colores ahora eran rojos, naranjas, amarillos y negros.

Se abrió una grieta en el suelo, las alas blancas del ángel se tiñeron de negro y rojo, el ángel se levanto del suelo alarmado.

De esa grieta, emergió una extraña criatura, llevaba una capucha negra, no se le veía el rostro ni el cuerpo, se podía ver que tenia 3 grandes ojos de color amarillo y dos cuernos que salían de la capucha.

— Por la muerte de un ser inocente, yo te condeno a vivir una vida llena de dolor y sufrimiento, en el infierno.— Parecía ser el mismo demonio, mientras hablaba, le señalaba con el dedo, tenía las uñas negras y largas y piel de color rojo.

— ¡Él quería!— Se excusó Luzu.

— ¿De verdad lo crees?— La criatura cerró su puño y aplastó a Luzu.

Luzu despertó con la respiración agitada mirando hacia todos lados.

— Sólo fue un mal sueño...— Decía apoyándose en la cabecera de la cama.

El gato de Auron lo observó desde la puerta de su habitación.

{...}

11:54 a.m

— ¿Qué tal has dormido?— Le preguntó Vegetta mientras bebía café.

— ¿Ahora te tomas un café?— Le preguntó Luzu.

— Nunca es mal momento para tomarse uno.— Le dijo sonriendo.

— Bueno... Oye, he pensado en salir a ver un poco la zona, ¿Tú y Willy podrían acompañarme a verla?— Le preguntó a su amigo.

— Oh, lo lamento, pero Willy y yo tenemos que planear una cosita.— Le dijo Vegetta.

— ¿Qué cosa?— Le preguntó curioso su amigo.

— Se llama “Los juegos de Karmaland”— Le respondió Vegetta sonriéndole.

— ¿Karmaland? ¿Ese no era un mapa del minecraft en el que jugábamos tú yo, Willy, Rubius y Staxx?— Preguntó Luzu.

—Sí, pero esta es una nueva temporada y es como los juegos del hambre.— Le dijo Vegetta.

—¿Y cuál es la diferencia entre los juegos del hambre y esto?— Le preguntó.

— No hagas tantas preguntas, arruinas la diversión, además, he pensado en que vendrán varios youtubers nuevos.— Le decía Vegetta sonriendo.

— ¿Puedo ir contigo y Willy a trabajar en vuestro pequeño proyecto?— Le dijo Luzu.— Yo lo que no quiero es quedarme en casa y aburrirme.

—¿Pequeño proyecto? ¿PEQUEÑO? ¡Esto es incluso más grande que el torneo que hizo Rubius! Y no puedes venir, es una sorpresa.— Le dijo Vegetta antes de dar un último sorbo a su café y mirar la hora.— Me tengo que ir.— Dijo dejando el vaso del café en el fregadero.

— ¿¡Y yo qué hago!?— Le gritó Luzu.

— Ve con Rubius y Mangel que de seguro con ellos no te aburres, tienes sus números en un papel amarillo encima de la mesa pequeña del centro del comedor, allí están los números de casi todos.— Dijo vegetta para después coger sus cosas e irse.— ¡Adiós!— Dijo cerrando la puerta.

— ¿En la mesa de qué?

Amarte en secreto ||Luzuplay|| ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora