VI

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-¡Ya es el día!- dijo Tana eufórica.

Pongo los ojos en blanco -¿No crees que esto está llendo un poco lejos?

-No, no, todo va perfecto- se sienta junto a mí subiendo los pies en mi cama- ¿ya sabes qué tienes que hacer?

-¡Sí!- le grito -tengo que hacer que se fije en mí en la fiesta, para luego romper su corazón- suspiro- ¡esto no tiene sentido! ¿Por qué se fijaría un chico como él en mí?

-Ali eres preciosa- me quita mis gafas- bajo ese disfraz nerd, por supuesto- se ríe.

-Las cosas que una hace por sus amigas- le dedico una sonrisa.

-Vamos a prepararte, hoy es tu día- me hace una seña guiñando su ojo.

-Sí, claro- digo irónica.

-Ya verás.

Tana se esforzó mucho en mi aspecto, me prestó uno de sus vestidos, no era mi tipo, pero era lindo. Me maquilló y peinó como si fuera profesional en el tema, seguro la experiencia le ha ayudado con eso. Creo que le tomó varias horas arreglarme, de hecho no bajamos a cenar. Terminó los últimos detalles y me dio un espejo.

-Míralo con tus propios ojos.

-Wow, haces magia- me río- ¿cómo lo hiciste?

-Supongo que soy tu ada madrina- se encoge de hombros.

-Querrás decir que yo soy la tuya- aclaro mi garganta- este es tu plan.

-Bueno vamos, ya todos deben estar allá abajo- toma mi mano y bajamos de allí casi corriendo.

Cuando llegamos al gran patio pude notar que nuestra escuela tiene más estudiantes de los que pensaba.

-Ahora a buscar a ese idiota- dijo mi amiga pelirroja inspeccionando el área- allí está- señaló.

-Ya voy- me abrazó ella.

-Gracias, Ali.

-Dame las gracias cuando esto funcione.

-Todo saldrá bien, lo sé- me dio una palmadita en la espalda- tu puedes.

Me acerqué a la que sería mi víctima, pero no, no podía salir todo perfecto.

-Disculpe señorita, no la vi.

-No importa- al darme cuenta de quién es abro mis ojos como platos- ¿profesor?

-Sí- claro que era él, esos ojos solo los podía tener una persona.

-¿Y usted es?

Pensé rápido, tal vez esta sería mi única oportunidad de que me mirara con otros ojos, de que dejara de pensar que soy una niña, -Soy Alejandra- mentí -no soy de esta escuela, me ha invitado mi hermana.

-¡Que bien! Espero que la disfrutes- se marchó.

Se fue, y todas mis esperanzas se fueron con él. No se por qué el se fijaría en mí, no soy tan linda y el ama a su esposa, lo pude notar en sus ojos aquel día.

Traté de olvidar aquello. Luego empecé a caminar por todo el lugar.

¡Rayos! Olvidé el plan.

Se me había olvidado por completo la razón por la que verdaderamente estábamos allí. Tenía que hacerlo, si no Tana me mataría.

Bien Allison, concéntrate.

Recorrí visualmente todo el lugar, hasta que por fin encontré a Michael, estaba bebiendo algo en su vaso de plástico.

Me armé de valor, recordando las palabras de la mente de este plan. Ella confiaba en mí, yo podía hacerlo.

¿Enamorarme? ¡JAMÁS!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora