02/03/2009

5 0 0
                                    

Tenía 4 años, corría por la casa descalza, en eso algo me llamó por mi nombre.. ¿Qué era?¿Era un hombre o una mujer? Ciertamente, esa pregunta ronda aún por mi cabeza..
Corrí a la cocina, miré por la ventana, y seguía ahí, estaba segura no era mi imaginación estaba alguien ahí, la curiosidad corrió por mi ser.
Salí de la casa, fui en busca de aquella sombra tan curiosa e intrigante, una voz dentro de mí decía "No vayas" tenía tono de preocupación, pero, no sé, en ese momento solo quería ir hacía esa sombra que descansaba a un lado del inmenso árbol.
Algo me detenía, no querían que siguiera, cuánto me arrepiento de no obedecer. Llegué a tal sitio, y ahí, justo en ese momento, me arrepentí de todo; hasta el día de hoy no he podido describir tal ser que se encontraba bajo la túnica negra, mi mente se confundía.. ¿Era real? ¿Estaba en un sueño? 
De pronto, una gran lluvia azotó tal hermoso paisaje, y su rostro(si ha eso se lo puede llamar rostro) cambiaba de forma, era angosta, a ratos tenía boca, a momentos carecía de ojos, era confuso.. solo escuchaba en mi mente susurros, de niños, hombres, mujeres y una anciana que me decían cosas, no entendía que trataban de decirme.. pero más que susurros, eran sollozos.
Todo se calló, y sonó un pitido dejando todo en blanco.
Lo último que recuerdo de aquel sueño es una mujer gritando desesperadamente y un niño diciendo bruscamente "Vete de aquí, huye y no vuelvas a este sueño"
Levanté súbitamente de mi cama, me miré al espejo, para mi sorpresa, estaba llorando. Me metí a la ducha, dejando caer el agua por mi espalda, apenas comenzaba a ducharme y sentí que mi espalda ardía como los mil infiernos, rápidamente me miré y lo que vi, me dejó sin habla..tenía 3 rasguños en mi espalda, era como si un gato muy grande me hubiera rasguñado con toda la rabia del mundo.
Lo que sigue no es interesante, me fui a la escuela, pasé todo el día confundida y con ganas de dormir. Ese sueño, fue uno de los primeros de los cuales tengo memoria absoluta.

Las pesadillas también son sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora