Herencia familiar
Elijah
Era viernes por la mañana y yo seguía tirado en la cama como un enfermo, miraba la ventana y contemplaba la lluvia caer sobre las ramas del árbol, mire mi reloj y eran las 8:30, aun las clases no iniciaban hasta el mediodía así que aproveche el tiempo libre y comencé a revisar los libros que se encontraban en la biblioteca de mi cuarto, al abrirlos contemple las letras tan bien detalladas y el cuidado que tienen a pesar de que la casa estaba abandonada hace mucho tiempo, estaban escritos en diferentes idiomas tanto antiguas como modernas a lo que interiormente me hacia la pregunta "¿Cómo es posible que la casa estuviera abandonada y haya libros modernos?", capas mi padre haya venido antes que nos mudáramos definitivamente y los compro ya que sabe que amo leer, agarre uno de los libros sin percatarme de cual era, al abrirlo supe que estaba escrito en Latín antiguo, uno de los primeros lenguajes y escritura conocida por el mundo. Era una historia de amor, al principio creí que era romeo y Julieta pero no, era una diferente, narraba la historia de un chico llamado Kol Vero un poderoso brujo que se había enamorado de una mortal, un ser sin nada de magia, un ser humano común y corriente, fue interesante leer sobre ese personaje más allá que tenga parte de mi apellido, pero como era una historia de amor y como todo drama del siglo XV siempre termina con una muerte, el brujo acaba con su vida pero entregando el don más poderoso, la sensibilidad emocional y espiritual, este don daría al que lo posea el poder de ver seres que ya no están en este mundo y el sentir de las emociones de los mismos, pero que cada vez sería más complicado.
La verdad no creo en brujas o espíritus, nunca los vi y soy una persona de ver para creer y es raro leer una novela tan "Real" por así decirlo, una historia sin autor y con un final abierto, como si fuera que la novela se seguirá escribiendo, deje de leer y puse el libro en su lugar, al momento entra mi padre con una caja tipo cofre, la puso en mi cama y la abrimos.
- Fuiste al sótano verdad? – rompí el silencio que nos rodeaba.
- No, al ático, hay muchas cosas allí –
- Tenemos ático? – mire curioso a mi padre
- Si, y un salón de baile – mi padre sonrió en forma de burla
Mientras sacábamos las cosas comencé a sentir un escalofrió por el cuerpo, creí que sería por la ventana abierta pero no, la lluvia seso al igual que el viento, pero en el cuarto se sentía frio, yo lo sentía. No le di mucha importancia, me puse un suéter y mi padre me mira curioso ya que él estaba de camisa musculosa, no le seguí la corriente y continuábamos sacando las cosas del cofre, eran vestidos antiguos dignos de una princesa, trajes y algunas fotografías de los antiguos dueños del lugar "mis ancestros". Junto con mi padre contemplábamos las viejas fotografías y en una de ellas una señora igual a mi madre con la diferencia que esta mujer llevaba vestido y un peinado parecido a un avión, le mostré a mi padre y rio divertido, pasamos un largo momento descubriendo la herencia familiar que nuestros estómagos comenzaron a cantar diciendo que tenían hambre, dejamos las cosas en el cofre, lo cerramos y lo pusimos debajo de la cama.
Ya en la cocina, papá ordena a la servidumbre a servirnos unos bocadillos con sus respectivas bebidas, es bueno tener un momento a solas con papá a pesar de que siempre está viajando y que la mayor parte está en su trabajo, siempre se hace el tiempo de poder estar en casa aunque sea una hora, tan solo para poder vernos y estar con nosotros compartiendo un momento por más pequeño que sea, muchos de mis antiguos amigos sentían celos de eso porque sus padres se preocupaban más por su trabajo que por sus hijos y en mi caso no, papá siempre se preocupó por ambos, su trabajo y su familia, es bueno saber que tu padre no es como los típicos señores ricos que ven la familia como una fachada como la mayoría. Ya satisfecho nuestros estómagos cada uno tomo camino diferente, papá fue a la oficina a terminar unos papeles y yo decidí ir al parque.
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ATRAPADO ENTRE DOS MUNDOS
Ficção AdolescentePara contar mi Historia, debo contar la de ellos.