Adiós, Salih

Capítulo 3

Mahir se sintió desolado cuando se dio cuenta de que el plan que había urdido para convencer a Feride no daría resultado. Ella estaba demasiado enojada y dolida todavía como para volver a confiar en él... aunque él pudiera sentir todo el amor que ella le tenía, muy en el fondo, luchando por no salir a la superficie...

Sin embargo, él insistió en darle las pruebas de la corrupción en el juzgado y ella, mirándolo con furia, lo escuchó... y cuando él lanzó su acusación contra Turgut, le pidió que no la molestara más...

-       Sal de mi vida... nunca más quiero volverte a ver...- lo miró con rabia y se dirigió hacia la puerta del hotel, buscando dejarlo atrás. Al llegar, escuchó el sonido de un disparo y cuando giró vio a Mahir cayéndose al suelo...

Corrió hacia él, desesperada, sintiendo que no llegaría a sostenerlo y terminó en el suelo con él, que no hablaba por el shock. Lo sostuvo con cuidado, tratando de entender lo que estaba sucediendo, las lágrimas corriendo por sus mejillas y sintió la mano de él secándoselas, sus ojos en los de ella...

-       Te amo mucho, mi "ojos de gacela"...- le dijo y ella acarició su cara con suavidad- siempre te amaré...- agregó y ella alzó la cabeza, preguntándose qué era lo que estaba ocurriendo, aún sin poder contener el llanto.

-       No...- dijo cuando lo vio perder el sentido- ¡no! Abre los ojos...- dijo con desesperación.

Feride se quedó con él mientras venían a socorrerlos y él recuperó el conocimiento...

-       Mi Feride... no temas mi amor... Dios me quiere mucho...- dijo y tomó su mano con ternura- me permite dar mi último aliento en tus brazos- dijo y luego de toser, comenzó a escupir sangre y Feride se desesperó.

-       No... no... sálvenlo...- gritó.

La ambulancia llegó y lo trasladaron al hospital. Feride sostuvo su mano hasta que lo ingresaron a la zona restringida de emergencias en el hospital.

-       Espere aquí, la mantendremos informada...-le dijeron y ella se quedó allí, desolada. El maquillaje corrido, toda despeinada... y llorando... llorando casi sin lágrimas... porque se le habían agotado desde que toda esa pesadilla había comenzado...

Una enfermera salió a preguntarle el nombre y ella se dio cuenta de que las cosas no habían cambiado... Mahir Kara... contestó casi sin poder pronunciarlo y se sentó en un banco, observando como la sangre de él había teñido sus manos...

Un rato después, la enfermera volvió a salir y le mostró el reloj que le había salvado la vida a Mahir, Feride se sintió tocada por el hecho de que hubiera sido su regalo y a pesar de no estar demasiado de acuerdo, tomó las pertenencias de Mahir, para poder entregárselas cuando saliera de la operación...

Se quedó un rato pensando en qué haría, por un lado, prefería salir corriendo, por el otro necesitaba quedarse y saber cómo haría él para salir de todo eso...

Turgut llegó para intentar convencerla de irse, estaba comprometida por ser la jueza a cargo de la sentencia de su padre ... pero ella no quiso moverse, al menos no hasta que la operación no hubiese terminado...

Finalmente se rindió ante la evidencia y se fue, enojada... supo que la operación había salido bien pero su hermano le comentó que la situación era muy complicada. Feride hizo lo que pudo para resistir la tentación de ir a verlo, incluso hasta discutió con su hermano, que la trató de insensible...

Pero cuando vio todo su auto manchado de sangre, al disponerse a ir a trabajar, no pudo evitar llorar con tristeza, casi desesperada por todo lo que había sufrido y sabía que seguiría sufriendo...

Feride volvió al hospital e incluso, mientras esperaba, volvió a cruzarse con Turgut y le aseguró que no le importaba nada de su vida ni de su carrera... luego se acercó Safiye y la reconfortó, contándole que Mahir se pasaba todo el tiempo diciendo su nombre... y cuando ella dudó de su amor, la mujer le dejó en claro que hasta su último aliento, Mahir seguiría amándola, y que debía pensar en despedirse, en caso de que él no pudiera recuperarse...

Se acercó a él despacio y acarició sus rasgos, él intentó despertarse, presintiendo su presencia. Se sentó a su lado y le habló con el corazón... sobre la pérdida de su abuelo, su tristeza, su amor...

-       Por favor no me dejes y te vayas con mi abuelo... no me dejes en la oscuridad... no me dejes sola otra vez...- le dijo acariciando otra vez su cara, de pie junto a él- has estado llamándome, mira, aquí estoy hablándote... quiero que abras los ojos... si quieres decirme algo abre los ojos y dímelo...- pero al ver que él no se despertaba, se sintió frustrada- Mahir Kara... eres el cobarde más grande que vi en mi vida... no he terminado de hablar del dolor que me causaste... no huirás de mí de esta forma... sostendré tu mano cuando estés muriendo, pero entérate de que eso no es hoy- le dijo y en el momento en que apoyó sus labios sobre los de él, para besarlo, él abrió sus ojos.

-       Mi Feride...- dijo él con una sonrisa cuando ella se separó, sorprendida al ver sus ojos abiertos- ojos de gacela ¿es un sueño? - le preguntó al ver la sonrisa emocionada de ella y su expresión cambió- ¿o de verdad estás conmigo? - le dijo y ella se escapó, dejándolo solo...

Su familia entró a verlo porque ella fue incapaz de decirles que Mahir había despertado. Se quedó allí afuera un rato, escuchando la alegría de todos por la recuperación de él...

Salió llorando del hospital y su padre pasó a buscarla, la convenció de que debía olvidarse de su amor por Mahir y terminó quemando sus cosas frente al hogar de su casa...

Se encerró en su habitación y cerró los ojos. La audiencia sería en poco tiempo y debía enfocarse en eso.

Cerró los ojos y tocó sus labios, sintiendo el roce con los de él, ese roce que lo había traído a la vida nuevamente...

Recordó los otros besos que se habían dado, intensos, llenos de pasión... de amor, de entrega...

Sintió que su corazón podría con todo el fuego del mundo, aunque ella quemara una y mil veces los recuerdos tangibles de esa relación, porque lo más importante no era lo material, sino lo que ambos tenían en su corazón... ese profundo amor, algo confundido por momentos, pero amor al fin...