Te amo.

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"Por favor, dí que me amas."

Tan sólo eso me basta para quedarme por siempre.

Aún si eso es mentira.

¿Recuerdas cómo comenzó lo nuestro, Gakushuu?

Conmigo, un cuchillo apoyado en mi cuello, y contigo.

-Oye, si quieres quitarte la vida no te detendré, pero hazlo en otro lugar, no quiero que le des mala imagen a Kunugigaoka.

Tu voz me detuvo, decidí voltear a verte, me pareció imposible que fueras tú...

-Sí, tienes razón, disculpa. Yo... Sólo no quiero causar más problemas.

Creí que eras una ilusión, un último intento de mi mente para no acabarla.

-No estarás hablando en serio, ¿Verdad?

Tomaste mi muñeca, "en verdad, aquí estás" pensé.
Caminaste un poco esperando que te siguiera pero yo no estaba dispuesto a hacerlo.
Volteaste a verme y suspiraste.

- Vamos, sería una pena que un cabello y unos ojos tan bonitos desaparezcan de éste mundo.

Mi mundo se pintó un poco...

...Ese fue nuestro comienzo.

-Si alguna vez piensas en hacerlo de nuevo, primero búscame.

-¿Buscarte?

-Sí, dame tu celular.

No sé si fue tu mirada severa o tu rostro preocupado lo que me hizo dártelo sin pensarlo mucho.

-Ahora me tienes en tus contactos, no dudes en llamarme, responderé lo más rápido que pueda.

-... Gracias...

En ese momento fue sólo cortesía, ahora me arrepiento casi tanto como te lo agradezco.

Me ayudaste, no entendía porqué lo hacías, era sorprendente siempre que aparecías cuando era necesario aún cuando tú no tenías tiempo ni siquiera para tí.

Como aquella vez que tuve una crisis en plena calle, todo me parecía un caos, había demasiadas personas, no podía respirar, estaba apunto de desmayarme cuando me atrapaste entre tus brazos.

-...¡Asano!

- ¿Ya estás mejor?

-...¿Qué haces aquí?

- Lo mismo me pregunto.

Escuchaba el latir de tu corazón.

-¿Hoy... Tenías que dar una ponencia?

-Sí pero alguien más se está encargando.

-¿Cómo supiste?

- Soy el presidente estudiantil, tengo ciertos privilegios.

-... Eso no responde nada.

Reí levemente, creo que ni tú sabías cómo habías llegado ahí.
Esperaba a que dijeras algo por lo que levanté mi rostro para verte.
Estabas inmerso en tus pensamientos.

La Desaparición De Nagisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora