0.5

555 45 5
                                    

Calum y Leighton no podían creerlo, estaban a horas de navidad y probablemente no llegarían a su destino.

“¿Qué vamos a hacer Calum?” Pregunto preocupada Leigh, quien además de preocupada estaba frustrada.

“No lo sé, no esperaba esto.”

“Yo tampoco… ¡No vamos a llegar para navidad!” Lloriqueo la rubia color fresa.

Calum se acercó a ella y la tomo por los hombros. “Leigh, no me importa cómo, pero te prometo que vamos a llegar a Sydney para navidad, además en auto son once horas de Brisbane a Sydney.”

“Es casi un día completo, además te apuesto a que todos los autos ya han de haber sido rentados.”

“No perdemos nada con intentarlo.”

“Claro que sí, sino hay autos perderemos la navidad.”

“Leighton Porter, no te pongas pesimista, ¿dónde está ese carisma y positividad que amo?” Ella solo se encogió de hombros. “Vamos a llegar, lo prometo, ¿Cuándo te he fallado?”

“Nunca” Dijo segura.

“Entonces no hay porque dudar de mí.”

[…]

Ambos se encontraban en la agencia donde rentarían un auto. Al entrar el aroma a café inundo el aula.

“Hola, ¿en qué puedo ayudarles?” Pregunto un hombre.

“Venimos a rentar un auto.” Soltó Leighton de manera obvia.

“Tenemos una camioneta pero-”

“Queremos esa.” Calum no dejo terminar al hombre. El hombre solo asintió siguiendo las órdenes de Calum.

Al terminar de pagar, se fueron a la entrada donde les llevarían la camioneta.

Leighton por fin sonreía de emoción, no porque le emocionara la idea de pasar once horas en una camioneta, sino porque si llegarían a Sydney.

La camioneta llego, agradecieron al chico y el camino alejándose de ellos.

“¡Esperen! Antes de subirse tengan.” El chico les entrego un aromatizante.

La pareja se miró confundida. Ninguno de los dos tenía idea de porque el aromatizante. Calum solo se lo cambio a Leighton por las llaves de la camioneta.

Al subirse, un horrible aroma inundo sus fosas nasales. ¿Qué era el horrible y asqueroso olor? La respuesta: vomito.

Si el olor seguía siendo así de fuerte la próxima mancha sería del vomito del Leighton.

Rápidamente ella instalo el aromatizante para que por lo menos el aroma no fuera tan fuerte. Aunque el clima se hacía más frío por cada hora que pasaba; se vieron obligados a abrir las ventanas de la camioneta.

“Es mejor que nada, ¿no?” Pregunto Calum forzando una sonrisa.

“Solo comienza a conducir.”

Era obvio que ninguno de ellos quería pasar once horas en un auto y menos si el vehículo olía a vómito, pero era lo mejor que iban encontrar a pocas horas de noche buena.

[…]

“Leigh, amor, ¡vamos háblame!”

Leighton había evitado a Calum por dos horas. Él trataba de tener una buena plática pero ella no cooperaba. Leighton estaba callada, lo cual significaba que; estaba triste, enojada o frustrada.

“¡Leighton!” Exclamó Calum al ver que ella seguía viendo al horizonte, sin prestarle atención.

Calum bufó y puso algo de música pero Leighton apago la radio. “Sé que no esperabas esto pero de todas maneras vamos a llegar y si te está matando este viaje a mi igual así que si te ahorras todo el drama y me haces compañía lo apreciaría mucho.” Espetó. Leighton estaba sorprendida. Calum no era del tipo de persona que suele alterarse pero esta vez lo ha hecho.

I'll be home for christmas ; fivesauceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora