Matrimonio Arreglado Kim Tae Hyung «Terminada» (En Edición)

XXVIII

Narra Tn

Cuando salgo de aquel túnel después de que aquel pequeño angel me despidiera.

La luz se aclarando en mi rostro, abri poco a poco los ojos y sucedió.

Me comencé a acostumbrar al brillo de aquel pequeño cuarto.

Me muevo un poco pero no lo siento, en cambio al mover mi mano eso si lo siento.

Un tirón en mi brazo, justamente en donde se dobla. Solté un pequeño gemido ahogado llamando la atención de mi acompañante, este me mira y rápidamente se acerca a mi.

-Estas... ¿Estais bien?

Pregunta mirando mi cuerpo.
Se queda paralizado y miro en dirección que el lo el observa.

Mi mano tiene sangre la cual escurre por la manta blanca que adorna la pequeña cama incómoda en la que me encuentro.

Perfecto me he trazado de nuevo la venta por des acomodar la vía de suero.

-Maldita sea Tae que sucede...

Entra un rubio a la habitación y de igual manera me mira.

-¡Enfermera!

Grita y se acerca mí.

-Demonios Tn otra vez.

Me mira con el ceño fruncido.

-De nuevo la vez pasada hiciste exactamente lo mismo, por tratar de moverte como niña pequeña te rasgaste la cena. Hay pequeña definitivamente debe de haber otra manera de moverte sin lastimarte o simplemente no te deberías de mover sin observar donde carajos estas.

Me mira molesto, Dios debería de ser el madre, olvidenlo es mi mamá y limpia la sangre mientras preciona.

Después de lo que parece una eternidad la enfermera se digna a pasar, y Dios es la zorra de la vez pasada.

-Hola señorita.

Me mira y me reconoce al instante.

-Veo que le a sucedido lo mismo que la ves pasada, se ha trozado la vena. Hay que volver a cambiar la vía de braza y colocar más morfina.
Esto dolerá un poco, bueno sentirá un tiron.

Y si eso pasa solo jadé de dolor y sentí unos pocos minutos después un pinchazo en el otro brazo.

-Buenos días señores.

Dice entrando al cuarto un chico no mayor que Taehyung. Me mira y sonríe.

-Y señorita, soy el doctor Chanyeol.

Lo miro y lo reconozco al instante, ciertamente es el mismo que me atendía la vez pasada al igual que la enfermera.

-Se siente bien... ¿Como se siente?

Dice y se coloca a mi lado para bajar los tirantes de aquella bata blanca sangrada, dejandome expuesta de las clavículas para arriba, ya que tome els borde antes de que cayera en mi ombligo.