04

17 0 0
                                    


Ahg... ¿Son novios o que?

Se preguntaba con molestia mientras observaba como Hobi acariciaba las mejillas de Jimin, un fuerte nudo se apretaba en el estómago de Yoongi y solo quería salir de ahí.

Noto como el celular del chico sobresalía en la bolsa de su abrigo, lo tomó sutilmente y lo prendió.

Ja! Sin clave.

Sonrió por unos segundos y entró a la pantalla principal, tecleaba una que otra cosa hasta que sintió su celular vibrar.

-Toma

Extendió el celular esperando que lo tomará.

-Se te cayó cuando resbalaste.

Observó sus pequeñas manos por unos momentos, sintiendo un escalofrío al rozarlas. Su mente divagaba en los ojos del menor hasta que sintió el vacío en sus dedos.

-Gracias...

Desvió con molestia la mirada y paso de largo, dejando atrás al chico con manos pequeñas.

Sus pensamientos estaban tan nublados como su vista cuando se dio cuenta de que estaba al otro lado de los salones, cerca de la sala de matemáticas y las escaleras para ir a cafetería.

Parpadeó un par de veces y se sentó en los últimos escalones para poder sacar su celular. En el mostraba un punto de un número desconocido. Su número.

Presionó el mensaje que el mismo se envió y agrego el número "manos pequeñas".

Miraba la información de contacto cuando sus fríos dedos presionaron en "marcar". El pánico rápidamente se apoderaba de él al escuchar un par de pitidos y reconocer esa pequeña voz.

-¿Hola?

Silencio. Mucho mucho silencio.

Y la llamada se corto.

[...]

Tome el balón y lo bote tres veces antes de que llegara namjoon y me lo quitara, botándolo una vez y dando una canasta.

-Yoongi, ¿qué diablos te pasa? Primero haces mal el calentamiento y después me dejas que te quite el balón, ¿seguro que sigues vivo? ¿No eres una clase de zombi que hace todo torpemente?

Se quejó el mayor y me miro entrecerrando los ojos, como si quisiera descifrarme cuando ni yo mismo entendía que me pasaba, estaba bien esta mañana cuando pasaron mis clases, cuando escuche las opciones de carreras que querían mis padres, estaba bien con todo y todos, pero, algo no tenía sentido dentro de mi cabeza... algo.

Parpadee varias veces y mire a mi alrededor, el entrenador me miraba confundido y el equipo igual, cerré mis ojos por un momento y mantuve mi mente en blanco.

Intentaba concentrarme en el balón, en anotar una canasta, en bloquear a mis compañeros, pero, lo único que pudo pasar por mi cabeza fue su risa, esa aguda y chillona risa, que se reproducía en mi cabeza como un disco rayado.

La risa de manos pequeñas.

[...]

Ambos estábamos sentados en dirección, si tienes más de 3 retardos te mandan con la secretaria para que pierdas tus primeras tres clases escuchando a un señor hablar de responsabilidades y puntualidad.

Pero yo no tenia 3 retardos en un mes, tenía más de 12, o mínimo yo me quede en 12, pero esa señora que todo mundo odiaba porque te trataba mal antes de dejarte pasar con él director, es más agradable de lo que se ve.

La mayoría de los secretarios me conocían, casi me había tocado con todos por llegar tarde o por no prestar atención en clases, pero de todos ellos solo me caía bien esa señora, la que todos odiaban.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 15, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Amor A Primera vista - Y O O N M I NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora