Fracaso 1: El hermano menor.

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Todo comenzó cuando estaba en primero de secundaria, sí, era bastante chiquita.

Jugaba con mis amigas a que nos gustaba un muchacho a cada una, éramos 3 en ese momento, así que correspondiente nos debían gustar 3 amigos.

Sinceramente, yo lo hacía por seguirles la corriente, pero no me esperaba que de verdad me gustaría el que había escogido para mí.

Casualmente, no estudiábamos juntos en ese momento, él estaba en otro salón.

Habían veces en las que me asomaba por la puerta del salón y lo podía ver perfectamente, parecía una pequeña acosadora, pero no podía evitarlo, ya que él también se quedaba viendo muy seguido e incluso me guiñaba el ojo a veces.

Tiempo después, decidí decirle que me gustaba, pero como era muy pequeña le dije a una de mis amigas que le dijera por mí. Su respuesta a mi indirecta declaración fue "está gorda, no me gustan las gordas".
Fue bastante doloroso, no por el rechazo, si no porque se burló de mi físico, lo cual hizo que me creciera una gran inseguridad.

Un año después, nos tocó estudiar con él, yo estaba feliz, a pesar de que me rechazara, pero no duró mucho de todos modos.

Ya había decidido superarlo, él nunca se fijaría en mí después de todo, y fue lo mejor que pude hacer, ya que conocí a alguien mejor.

Un día, fui a un cyber con una amiga, me puse a ver el facebook y demás, cuando de repente lo vi llegar, la verdad me dio un poco de coraje, pero no me importó luego.

Unos minutos después llegó su mamá, a la cual yo no le agradaba en lo más mínimo, y más atrás, llegó su hermano mayor.

Toda la familia del niño que me gustaba reunida.

Me incomode inmediatamente, pero hice mi mayor esfuerzo por ignorarlos.

De un momento a otro, mi amiga y yo nos pusimos a jugar con test tontos del Facebook, algo sobre "pon tu nombre y descubre los nombres de las personas a las que le gustas", a mi amiga le salió el nombre "Daniel", que era el nombre del hermano mayor de él.

Me reí un poco ya que literal estaba sentado al lado de mí y él estaba viendo las estupideces que hacíamos. Luego noté que quería sacarme platica, pero me daba mucha pena.

Unos días después, me agregó a Facebook y comenzamos a hablar, descubrí que era Mexicano (estábamos en Venezuela), descubrí que teníamos gustos parecidos y pues me empezó a llamar bastante la atención.

Un día, una amiga y yo íbamos caminando hacia mi casa, y yo le iba hablando de él, ella no lo conocía en persona pero si conocía a su hermano menor. Da la casualidad, que mientras íbamos llegando, había una planta al frente tapándole la cara a un muchacho y se me pareció, él estaba hablando con otro chico.

En el momento empecé a caminar un poco más lento para ver si al moverse le podía ver la cara, y sí, al despedirse del chico se movió y agachó la cara unos segundos y en lo que la levantó me vio y sonrió inmediatamente.

Yo me puse realmente roja, era más lindo de lo que recordaba.

Le presenté a mi amiga, los hice darse la mano y vi la incomodidad en sus caras así que cambié el tema de conversación.

En ese momento nos despedimos y me emocioné bastante, tenía algo que me hacía acelerar bastante el corazón por tonterías.

Tiempo después, me dieron mi primer teléfono táctil, él ya tenía uno, así que le pedí que me enseñara a usarlo, él accedió encantado.
Teníamos la ventaja de que yo tenía un vecino en el apartamento de arriba que era su amigo y casi siempre iba a su casa, así que un día me dijo que saliera y habláramos, yo estaba sola en el apartamento y me daba demasiada pena salir, de hecho estaba temblando.

Mis 10 fracasos amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora