Castigo.

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~ Las frases que son tipo ; tu corazón sangra. No son literales.
~ Pequeños spoilers del manga.
~ De antemano, lamento todas las faltas de todo tipo que puedan haber.
~ Es la primera vez que escribo sobre esta pareja, así que  probablemente no sea tan buena.

Tu cabeza duele tanto, que quisieras solo cortartela, ríes ante la ironía, ella tenia que hacerlo.

Ella tenia que matarte.

Ella tenía que acabar contigo.

Pero eso no sucedera.

Porque ella, esta muerta, eso es lo que dicen, lo que te niegas a creer.

—No puede ser cierto, malditos estúpidos, chismosos de mierda.

Murmuras, intentando reconfortarte.

Diriges la mirada hacia la pared, negando con la cabeza, no, el futuro no podía cambiar.

Ella pudo haberlo cambiado antes, mas no ahora.

Te quedas ahí, con la cabeza hecha un lío y el corazón sangrando, tratas de acomodar las piezas de tu cabeza y detener el líquido que sale de tu pecho, pero no puedes, eso lo sabes.

—¿Es en serio?

Escuchas, como hablan fuera de tu habitación.

—Lo es, no se exactamente lo que paso, pero dos hombres intentaban llevarse a unos niños, ella estaba desarmada, pero aun así intervino, algo salió mal y terminaron matándola.

Tenía que ser una broma, ¿no? Tu corazón duele, sangra, se desparrama e intentas sostenerlo, pero ya es tarde, ya los pedazos están esparcidos.

—No puedo creerlo...

Él no lo cree, como tú tampoco quieres hacerlo.

—Es Mikasa Ackerman, de quién estamos hablando, esa mujer podría haberlos matados solo de una patada, es increíblemente fuerte.

Eso te alivia, no ser el único que no lo cree y sus palabras, tenía que ser otra persona, la recuerdas peleando y efectivamente, dos hombres no pudieran haberla matado, no, era imposible.

—Pues eso es de lo único que hablan y no creo que el chico rubio este fingiendo su llanto.

El nombre de Armin y la palabra fingir, resuenan en tu mente.

—Solo es una trampa, quieren hacerme volver.

Dices, ríes e intentas repetirtelo, te levantas con mucha dificultad, tus piernas te pesan y las ganas de vomitar te invaden.

La maldices, y te preguntas, ¿fingir tu muerte, para hacerme volver?, ¿algo así de bajo, Mikasa?, vuelves a maldecirla, aún así con pasos lentos te acercas a la puerta y la abres, cuatro ojos se centran en ti.

—¿Qué es lo qué sabes?

Preguntas, te agarras de la pared, cuando sientes que tus piernas van a fallarte.

—Los marleyanos...

—No te hagas el imbécil, sabes lo que quiero saber, Floch.

—¿No se supone, qué lo más importante aquí es ganar la guerra?

One-Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora