A veces estamos tan sumidos en nuestro mundo, que no nos damos cuenta cuando poco a poco las cosas van perdiendo su color brillante, cuando esa luz que le da alegría a nuestras vidas se apaga.
A veces estamos tan ensimismados que no nos damos cuenta que caemos en una rutina, tan gris y vacía, que poco a poco vamos perdiendo nuestra propia luz, por ende nuestra propia vida.
A veces no nos damos cuenta cuando dejamos de ser felices; hasta que llega un "alguien".
A veces ese alguien, sin querer, sin saber, sin nosotros mismos saber, nos hace darnos cuenta de lo gris que es nuestra vida, y nos enseña la cantidad de colores que existen.
La cantidad de colores que habíamos olvidado que existían, tan vivos, tan brillantes y armoniosos, lo distinto que se veía la vida a color.
Y esa persona se vuelve color, dentro de nuestra vida que es una paleta llena de grises...
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Cartas Para Tí...
RomansaMe prometiste escribir cartas para mí, pero después de todo, te las terminé escribiendo yo a tí...