—¿Este o esta? —pregunté sujetando una playera roja en mi mano derecha y una de color verde en mi otra mano
—Ninguna
—Ugh, ¡hemos visto cada playera de la tienda y no te decides por una! —me quejé— y después dicen que las mujeres se tardan mucho eligiendo ropa
—Lo siento pero yo quiero que mi atuendo se vea perfecto
—Es una ropa cualquiera —dije como si me diera igual
—¡No es una ropa cualquiera! Es estilo, querido. Pero por lo que veo —me vio de pies a cabeza— no lo comprenderías
—¿Me estás diciendo que yo no tengo estilo? ¡La ropa holgada es mucho mejor que cualquier prenda! —defendí mi vestimenta
—¡Con tu ropa holgada te pareces al doctor Simi!
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(Para las personas que no conocen al doctor simi 👆)
Abrí la boca ya que me había ofendido por su comentario, el se acercó a mi y habló
—Aww perdón florecita ¿te pise? —dijo tocando mi barbilla y salió de la tienda.
—¿A dónde iremos? —pregunté cuando lo alcanze
—A una tienda donde vendan trajes
—¿Cómo los de los novios?
—Exacto
—Pero vas a una cita, no irás a casarte
—Pero quiero ir perfecto.
Empezó a caminar, yo puse los ojos en blanco y luego lo empecé a seguir. Estuvimos en varias tiendas de trajes pero ninguno le gustaba y solo perdíamos el tiempo de los trabajadores.
Entramos a una y empezó a ver varios trajes, se probó uno negro y le gustó pero se probó uno de azul marino y le "encantó" según él.
—¿Cómo me veo? —preguntó saliendo del vestidor, modelando su traje
—¿Quieres que te diga una mentira piadosa o una verdad dolorosa?
—La verdad, ya no me interesa tu opinión. Me llevaré este
—Señorita —llamé a la trabajadora del lugar quien no tardó en llegar
—Dígame —respondió la chica con una voz de amabilidad
—Llevaré este —dijo Joel— ¿Cuánto cuesta?
—3500—respondió la chica super casual mientras que a mi me andaba dando un infarto por el precio tan alto
—Pero la tarjeta de tu mamá, sí —dijo Joel con mucha tranquilidad
—¿Lo va a llevar o eligirá otro más ecónomico? —preguntó la chica muy amable y atenta
—Lo llevaré —dijo Joel y yo quería matarlo.
Joel entró al vestidor para quitarse el traje y yo me quedé en un silencio incomodo con la trabajadora. 3500 era mucho para un traje y tenía que haber un precio menor.
—Emm —intervine— ¿Así que 3500? —asintió la chica— ¿Cuánto es lo menos? —pregunté esperando a que rebajara el precio
—Joven aquí es una boutique, no un tianguis —fue lo único que me respondió
Joel salió y le entregó el traje a la chica y se fue para cobraro.
—Con ese traje le bajaré la luna a Alex — aseguró Joel
—Ni si quiera bajas la taza del baño y quieres bajarle la luna, no seas mamon.
Ambos caminamos hacia llegar con la chica quien nos cobró los 3500, aush ¿escucharon eso? Fue mi corazón quebrandose, adiós a 3500 pesos que podría haberlos gastado en mejores cosas, como en 10 libros, ir a un concierto de mi artista favorito, hasta irme de viaje fuera de aquí. Pero NO teníamos que gastarlo en un mugroso traje que solo usaría 1 noche ¡1 maldita noche!
