Joel se encontraba distraído caminando por las frías y oscuras calles de la ciudad, no había sido una buena semana y su día estaba siendo horrible. Se encontraba cansado, pero aún así le alegraba saber que era viernes, tenía el fin de semana para poder descansar y dormir cómodamente en su cama.
El rizado oyó un pequeño y suave maullido al caminar junto a un tacho de reciclaje, se quedó unos segundos quieto, sin oir nada, tal vez era producto de su imaginación. Comenzó a caminar, deteniéndose nuevamente al oir más maullidos.
Acercó con curiosidad su cabeza al tacho, observando. Un pequeño gatito con pelaje gris se encontraba dentro, rodeado con residuos.
Joel soltó un pequeño suspiró, tomando cuidadosamente al gatito. Sus ojitos eran verdes y resaltaban aún más con su pelaje. Su cuerpo era chiquito, y sus orejitas se encontraban rectas, mientras observaba con curiosidad.
- Hola, amiga. - Murmuró Joel, obteniendo un "Miau" completamente enojado por parte del gatito. - ¿Amigo?
El gatito sonrió, Joel pudo jurar que hasta había asentido con la cabeza.
- ¿Qué haré contigo? - se preguntó a si mismo, confundido.
Los ojitos verdes solo lo observaban detenidamente, mientras se dejaban acariciar por el rizado.
- ¿Cómo pueden dejar a un gatito sólo de noche? - se quejó, acercando al gatito a su cuerpo para brindarle calor. - Te llevaré a casa, y te quedarás ahí está que averigüe que hacer contigo.
El gatito sonrió nuevamente, acomodandose entre las grandes manos de Joel, el felino sentía sus párpados pesados, logrando que sólo unos segundos más tardes, se durmiera allí.
- Eres muy tierno, amiguito. - Susurró Joel, comenzando a caminar hacia su casa.
[...]
Joel apoyó cuidadosamente al gatito en su sofá, provocando que se despierte.
- ¡Hola! - dijo con felicidad, dirigiéndose a su cocina en busca de comida. - ¿Tienes hambre?
- ¡Miauuu! - maullo el gatito en forma de respuesta, observando a Joel.
- Tomaré eso como un sí. - Murmuró, abriendo su heladera, para luego sacar la leche y servirla en un pequeño pero hondo platito de plástico. - Tengo sólo leche para ti, pero prometo que mañana te compraré comida.
Le entregó el platito, observando como ofalteaba y luego tomaba de la leche.
- Supongo que como te quedarás aquí, tendría que ponerte un nombre... - habló Joel, sentándose junto al gatito - ¿Te gusta Erick? Es un lindo nombre.
El gatito levantó su cabeza lentamente, sonriendole.
El tiempo había pasado rápido para Erick, tenía una casa, era cómoda, grande y las cortinas eran divertidas pero molestas, cuando Joel estaba en la casa, pasaban todo el tiempo juntos, amaba que Joel lo acaricie, juegue con él, lo abracé y le dé besitos, se veía tierno, también dormían juntos y Joel lo bañaba, aunque a él no le gustaba el baño.
Aunque había un chico, él no le agradaba, cuando estaban en su casa estaba muy cerca de Joel e intentaba besarlo y siempre quería ser el centro de atención, era un idiota, por eso intentó morderlo una vez, aunque Joel lo haya regañado cuando estaba él, luego de que se fue, le agradeció y le había dado comida extra. Se sentía orgulloso de eso, ya que no volvió a aparecer. Erick quería preguntarle quién era, pero no le entendía cuando hablaba, era injusto porque él sí entendía cuando Joel le hablaba, pero mamá si, ella siempre iba a la casa y entendía bien lo que quería.
Erick se sentía diferente cuando estaba junto al rizado, sentía algo molesto en su pancita y su corazón latía rápido cada vez que lo veía luego de toda una tarde sin él.
- Erick, bebé - habló Joel, entrando en la habitación después de bañarse.
- ¡Miau! - maullo el gatito, moviendo su colita mientras bostezaba.
- ¿Tienes sueño? - preguntó con una sonrisa triste, acariciando la cabeza del felino.
Erick se acostó junto a Joel, aunque él se volteó, dándole la espalda.
-¡Hey! Estoy yo acá. - Se quejó el gatito, era inútil, no lograba hacer que Joel lo oyera o lo entendiera.
Cansado de intentar, Erick se bajó de la cama, parándose sobre una silla, que daba directamente hacia la ventana.
- Señora Luna, Joel llora todas las noches y esta muy tristes las últimas semanas, no logro entender que le pasa, me preocupa verlo así, él no me quiere contar, sólo me sonríe y da comida, luego se acuesta y duerme, creo que se peleó con mamá, por eso él esta triste y ella no viene. Señora luna, quiero ser una persona, quiero ser como él, quiero que él me amé como yo lo amo. - Erick suspiró pesadamente, se encontraba con sueño, por lo cual decidió volver a la cama, dando un pequeño salto hacia la cama. Joel se movió en la cama, girando hacia dirección del felino, Erick se acostó a su lado, pegándose al cuerpo del rizado.
- No puedo cumplirte este deseo - habló la Luna, arrojando el pedido de Erick.
La oscuridad sonrió al ver el pedido, robándolo de allí antes de volver a su respectivo lugar.
- ¿Qué tenemos aquí? - preguntó con una sonrisa malévola, comenzando a leer el pedido. - Esto es muy... tierno. - Dijo la oscuridad, haciendo una mueca de asco. - ¿Quién lo pidió?
La oscuridad observó en la parte inferior del pedido. -¿Erick? - preguntó, confundido, buscando al dueño de aquel pedido.
- ¡Es un gatito! - gritó con ternura, notando que estaba acostado junto a un humano. - Supongo que él es de quién hablas. Esta bien, Erick, pero con una sola condición...
Erick se giró, sin lograr dormir, cuando de pronto un pequeño papel negro cayó sobre su rostro.
-¿Una condición? - preguntó al leer el primer párrafo. - ¿No volver a ser un gato?
La oscuridad asintió, con una sonrisa en su rostro, sorprendiéndose al ver al felino asentir.
- Tenías que decir que no... - se quejó. - Pero si eso quieres, mañana serás uno.
Erick sonrió luego de asentir, mirando sus pequeñas manitos rosadas con ansias. Nada. Se dijo a si mismo luego de unos minutos, completamente desilusionado. Se removió en la cama, intentando dormir, pero le era imposible. Observó a Joel dormir, estaba durmiendo tan calmado, Erick sonrió, frotando su pequeña nariz contra el rostro de humano, soltando algunos ronroneos, quedando dormido unos minutos más tarde.
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Nos leemos luego. UwU
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Señora Luna. // Joerick.
FanfictionErick esta enamorado de Joel, pero su amor es casi imposible. Aunque, todo cambia cuando le pide un deseo a la luna. « Ser un humano para que Joel lo pueda amar. »