Señora Luna. // Joerick.

03

Erick sonrió, colocándose de rodillas para luego sacarle el short y bóxer a Joel, dejando su miembro erecto libre.

Joel mordió su labio inferior al sentir la humeda lengua de Erick subir lentamente por todo su miembro, hasta llegar a la punta. Comenzó a lamer allí, una y otra vez, mirando hacía arriba, Joel lo miraba curioso, observando cada movimiento del ojiverde; Erick sintió sus mejillas ruborizarse al tener la mirada de Joel sobre él.

El menor se alejó un poco, lamiendo su labio para luego adentrar el miembro de Joel en su boca.

Tenía dos opciones, su boca era muy pequeña o el miembro de Joel era muy grande, tal vez ambas opciones eran válidas.

Erick cerró sus ojos mientras bajaba y subía su mano mismo ritmo que el miembro de Joel entraba y salía de su boca, recorriendo con su lengua el miembro del rizado. Joel enredó sus dedos en el cabello de Erick, guiandolo lentamente.

– Si sigues así me voy a venirme – habló entre jadeos Joel, el ojiverde sacó el miembro de su boca para poder tomar aire y sonreírle al rizado como respuesta, sus mejillas se encontraban de un rojo suave, provocándole un sentimiento de ternura a Joel.

Erick volvío a dentrar el miembro de Joel en su boca, esta vez, hasta llegar lo más profundo posible, ignorando las ahorcadas que le generó al tocar su garganta. Repitiendo la misma acción dos veces más, deteniéndose al oír a Joel hablar nuevamente.

– Voy a venirme – digo, comenzando a masturbar su miembro mas Erick lo tomó y colocó dentro de su cavidad bucal otra vez, logrando que Joel llegué al climax en su boca.

– Erick, no es neces...

Joel se detuvo al ver al menor tragar su semen, limpiando con su lengua su labio inferior. Sonió victorioso mirando al rizado.

– ¿Por qué nunca me escuchas cuando habló?

– Te escucho, que no te haga caso es otra cosa. – Respondió el ojiverde, levantándose del suelo.

– Es inútil discutir contigo – murmuró Joel, completamente sonrojado al darse cuenta lo que acababa de pasar.

– ¿Tienes fiebre? – preguntó Erick, preocupado, mientras movía su cabeza hacia un costado, mirando a Joel. – Tu cara está roja.

– No, Er, solo... – Joel miró a Erick, tomando el rostro del menor con sus manos, haciendo que se note aún más la diferencia de tamaño, sus manos podían cubrir tranquilamente el rostro de Erick, apretó sus mejillas, provocando que el más bajo formé un puchero con sus labios. – ¿En dónde aprendiste eso?

Erick sonrió al comprender de que hablaba Joel. – No lo sé, pero siempre quise hacerlo. – Respondió como pudo el menor, ya que el ojimiel aún apretaba sus mejillas.

– ¿Cómo que siempre? – Joel soltó a Erick, «¿Por qué mierda Erick tenía ese efecto en él?» Pensó el ojimiel, mientras volvía a colocarse si bóxer y short.

– Yo...

– No respondas – pidió el rizado, cubriendo su rostro al sentir sus mejillas arder.

–  ¿Bueno? – murmuró confundido Erick, mientras se paraba de puntitas de pie, besando a Joel nuevamente, el cuál correspondió su besó casi al instante, sintiendo los brazos del menor rodear su cuello.

Erick se acercó aún más a Joel, sin dejar algún tipo de distancia entre ambos cuerpos, mientras adentraba su lengua en la boca del mayor.

– ¿Qué sucede? – preguntó el ojiverde al ser alejado por Joel repentinamente, formando un pequeño puchero con sus labios.