𝙰𝚃᯽︎El asesinato de Millie Brown dejo lastimada a mucha gente, entre ellos, su novio y futuro esposo, Finn Wolfhard, quien vio todo en primera fila ¿Qué pasaría si Finn puede viajar en el tiempo y salvar al amor de su vida? o por lo menos, intenta...
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Sábado 24 de Diciembre, 8:30 am.
Los rayos de sol que se colaban por su ventana que chocaban en su rostro lograron despertarlo. Abrió los ojos de a poco, pues creyó que estarían dañados o pegados por llorar tanto la noche anterior, pero al terminar de abrirlos, se sintió normal y de maravilla, algo que lo confundió.
Pudo sentir un pequeño bulto calientito a un lado de él, lo cual lo asustó a un principio, pero al voltear a ver de quién se trataba, se quedó sin palabras y su corazón dejo de latir.
Ella, Millie, su novia, el amor de su vida descansaba junto a él, con sus delgados brazos alrededor de su cintura, aferrandose a su cuerpo.
Sin poder evitarlo, Finn comenzó a derramar lágrimas, no podía creer lo que estaba pasando, seguramente se trataba de un sueño.
Los pequeños sollozos que Finn transmitió por su llanto, lograron despertar a Millie, quien se preocupó de inmediato y tomó el rostro de su novio entre sus manos.
—¿Finn? ¿Amor? ¿Qué sucedió? —preguntó ella confundida y besó su nariz, para después bajar a sus labios, llenandolo de besitos. Mientras que sus pulgares se encargaban de acariciar las mejillas de Finn y con eso, limpiar sus lágrimas.
Finn negó con su cabeza y tomó a Millie entre sus brazos, hasta dejarla contra su pecho.
—¿Eres tú? ¿De verdad eres tú? —dijo entre sollozos, los cuales eran seguidos y fuertes.
Millie frunció su ceño confundida y asintió mientras limpiaba sus mejillas. —Oh, mi amor, claro que soy yo ¿De qué hablas? —preguntó mientras acariciaba el pecho de Finn, confundida. —¿Soñaste feo? —preguntó y Finn asintió.
—Horrible, no quiero volver a soñar eso. —dijo él y tomó el rostro de Millie entre sus manos, para acariciar de él y mirarlo con atención. —Fue un sueño horrible, no quiero que pase, prometo protegerte.
Dijo mientras volvía a abrazarla con fuerza y escondía su rostro en el hueco del cuello de Millie.
—Oh mi vida ¿Tan malo fue? —suspiró y Finn asintió.
—Creí que te había perdido.
—Oh, jamás me perderás, estaré contigo todo el tiempo. —Sonrió con amor y Finn asintió, separándose del abrazo para acariciar las mejillas de la dulce castaña.
—Eres el amor de mi vida ¿Entiendes? —ella sonrió ante sus palabras y acarició las lindas mejillas de Finn con sus dedos, pasándolas por sus pecas.
—Y tú eres el amor de mi vida, Finn. —Finn sonrió con ternura y suspiró.
Pasaron abrazados varios minutos, pues Finn seguía sin entender como era posible que el amor de su vida Millie estuviera con él, abrazándolo.
