Narra Dardo
Daba vueltas en mi cama pensando en Coqui, ¿Pero porque pienso en él? El beso no significó nada para mí... ¿verdad? solo fue un impulso de él.Las manos me están sudando un escalofrío recorría todo mí cuerpo. De repente siento el codo de María Elena chocar con el mío. Está dormida.
La observé. Me gustaría pensar que ya lo superé pero no es así, sigo lastimado... me lo pudo haber dicho ¿Porque no lo hizo?
Mis pensamientos lograban meterse dentro mío y el sueño desaparecía estaba así desde hace varios meses, después de lo que ocurrió la menor de mis preocupaciones era dormir.
-No sé qué voy a hacer si continuo así, María Elena me ofreció hacer terapia de pareja pero no funciono - Dije en mis adentros.
Coqui logró calmarme, estoy muy agradecido por eso. Tal vez tenga que salir a tomar aire pensar un poco, creo que lo correcto sería empezar de cero, buscar mí felicidad. Pero si quiero hacerlo tengo que separarme de María Elena, es lo mejor para mí.
. . .
Narra Coqui
Estaba sentado, había vuelto del colegio, esperando a mi papá. Él antes de irse me dijo que llegaría más tarde, porque tenía doble turno en el trabajo. Suspiré, ya que tenía hambre y él no llegaba, entonces escuché el timbre.
-Seguro papucho me pidió una pizza- Susurré y salté del sillón emocionado y sobando mis manos. Abrí y era la última persona que quería ver.
Dardo.
-Hola Coqui- Habló serenamente el fornido, adentrándose en la casa.
-Hola Dardo- Me giré a verlo mientras él iba al sillón y se sentaba, yo imité su acción- ¿qué te trae por acá? - Pregunté curioso ante la intromisión tan repentina, ya que él era muy educado y al menos decía permiso al pasar.
-La verdad, Coqui, quería contarte algo – Él se acercó a mí, yo solo respondí quedándome quieto y esperando un golpe por el beso que le di – Estoy pensando en separarme de María Elena, a que, estoy cayendo en cuenta que ella ya no llena mis vacíos como otra persona lo hace – Asentí para, más o menos, decirle que estaba de acuerdo.
- ¿Y quién es esa persona? – Pregunté algo distraído, mirándolo inocentemente.
- Todavía no sé, pero tengo sospechas de vos – Abrí mis ojos en respuesta a lo que dijo, sintiendo mi corazón latir muy rápido – No te pido que iniciemos algo serio, pero déjame besarte de nuevo. Tu beso fue maravilloso, Coqui, no quiero dejar de probar tus labios.
Yo no sabía que decir ante tales palabras, jamás se había pasado por mi cabeza que él, mi amor platónico, me iba a decir cosas tan tiernas. Decidí balbucear un poco y vacilar mi respuesta antes de hablar.
-Dardo... Yo... - Iba a responderlo, pero su agarre suave en mi nuca me calló. Lo miré a los ojos y decidí besarlo.
Sus labios seguían siendo suaves, al igual que su agarre. Nuestros labios se movían en una pequeña batalla, pero siempre Dardo ganaba, y esta no era la excepción. Él ganó esta y llevó el ritmo del beso.
Sentí su mano bajar hasta mi cintura y acariciarla. Yo, por mi lado, lo empujé en el sillón, haciendo que caiga acostado y yo arriba de él. Mi mano recorrió su cuero hasta llegar debajo de su camisa y acariciar su torso.
¡Oh Dios!, era tan marcado como dijo la tía Mari. Seguí acariciándolo mientras nuestras lenguas jugaban entre sí.
Cuando estaba a punto de sacarle la camisa, escuché el auto de mi papucho.
-Dardo, pará, acaba de llegar mi papá- Le susurré y me senté rápidamente – Acomódate antes de que entre, cualquier cosa lo estabas esperando a él.
Suspiré y él me hizo caso, acomodando su camisa y su pelo, sentándose. Yo me fui a la cocina a pensar en otra cosa, pues tenía una erección ahora mismo.
- ¡Coqui! - Gritó Pepe. Luego observó a Dardo – Hola amigo, ¿Cómo estás?
Escuché como entablaban una conversación y decidí subir rápidamente a mi cuarto, sin que ambos me noten.
- Edición hecha por Kooisy -
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INFIDELIDAD
FanfictionTodo comienza cuándo Moni y Paola se fueron a cuidar a la abuela a Santa Fe por unos meses, ya que esta estaba enferma. Acá es cuando las hormonas empiezan a volar entre Coqui y Dardo, dando lugar así a el amor entre Pepe y María Elena.