Una vez intercambiados los poderes, la vieja tuvo de inmediato su primera visión.Logró ver que en un futuro no muy lejano, Winifred superaría sus dones mágicos y le daría muerte a los mismísimos pies del señor de la oscuridad. Una criatura espantosa y llena de ojos, misma con la que Winifred había soñado desde niña. Esto aterrorizó a la vieja como nada en el mundo. En verdad pudo sentir como una adulta y dientona Winifred Sanderson, metía la mano en su pecho y le arrancaba el corazón a la voz de: "Espero que no me hayas olvidado, anciana".
La pequeña Winifred, por su parte, se hallaba demasiado distraída con los dones que acababa de adquirir, como para notar que la vieja comenzaba a mirarla con desdén. Su atención se hallaba inmersa en los espíritus de los muertos que ahora lograba ver con claridad a su alrededor.
Pero el espíritu de su madre no se encontraba entre ellos. Eso la decepcionó. Agachó la mirada y encontró el corazón de lobo a su lado. Supuso que tendría que ver con su madre e interrogó a la vieja.
"¿Y para qué es el corazón?".
Ahora la bruja no deseaba enseñarle aquello, ni ningún otro encantamiento. Pues mientras más se incrementase el poder de Winifred, más cerca estaría ella de alcanzar su terrible destino. En su mente podía escuchar a la adulta y dientona Winifred. Aquella frase se repetía en su mente una y otra y otra vez.
"Espero que no me hayas olvidado, anciana".
---El lobo ha devorado el corazón de tu madre, así que ahora tú debes devorar el suyo para cerrar el círculo ---dijo la vieja, tragándose su orgullo. Winifred no debía sospechar que había decidido quitarle la vida a ella y a sus hermanas esa misma noche ---. Sólo así el espíritu de tu madre se revelará ante el poder de la Necromancia. Nunca lo olvides. "Hueso por hueso, carne por carne y sangre por sangre" ¡Los círculos deben siempre estar completos!
Winifred confió en la bruja y devoró el corazón en cuatro mordiscos. Después observó a su alrededor, pero el espíritu de su madre continuaba sin aparecer.
---No es tan sencillo como crees ---afirmó la vieja ---. Los espíritus que logras ver no han ascendido al cielo porque no han recibido sepultura y no han descendido al infierno porque no pertenecen allí. Permanecerán en el limbo hasta que sus huesos estén bajo tierra. Pero tú y tus hermanas han sepultado a tu madre en suelo Santo. Sólo allí se revelará su espíritu ante tus ojos. En ningún otro sitio le verás.
Winifred vociferó una maldición. Pero no perdió el tiempo; se levantó y de inmediato abandonó la cabaña para dirigirse con gran entusiasmo a las criptas del cementerio de Salem, en donde los restos de su amada madre descansaban.
Mientras tanto, la vieja tomó un cuchillo y se dirigió con paso firme a la habitación de las niñas, decidida a matarlas. Con gran furia, elevó el cuchillo en lo alto y ejecutó el movimiento.
No logró hacerlo.
Un extraño poder la expulsó hacia atrás y una voz extraordinariamente grotesca se dejó escuchar por sus oídos. Era la voz del mismísimo demonio.
"SI LAS MATAS, HARÉ DE TU CARNE COMIDA DE GUSANOS POR TODA LA ETERNIDAD".
La vieja elevó un grito de terror y salió huyendo de la habitación. Tomó un saco y metió allí todo lo que pudo, incluyendo su libro de magia. Después tomó su escoba y elevó vuelo con rumbo desconocido para nunca más regresar.
Al mismo tiempo, Winifred llegó a las puertas del cementerio y lo atravesó. No debió hacerlo. Sus pies comenzaron a quemarse, como si el suelo estuviese forjado con las mismísimas llamas del inframundo. Se trataba de un lugar santo. Winifred ignoraba que las brujas no podían atravesarlo a pié. Las llamas llegaron a sus piernas. Eso le hizo recordar aquella visión en donde los habitantes de Ipswich la quemaban a ella y a sus hermanas en una hoguera. Apenas pudo alcanzar su escoba para largarse de allí.
Colérica por la jugarreta y las quemaduras de sus piernas, maldijo a la vieja hasta la eternidad. Regresó hecha una furia a la cabaña para descubrir que la cobarde había huido sin dejar rastros.
Nunca entendió por qué las había abandonado en medio de la noche. Pero al tercer día, quedaba perfectamente claro que no pensaba regresar.
Frustrada, quitó el hechizo de sueño a su hermana Mary y la arrastró al bosque para contarle sus secretos.
Mary quedó fascinada con los hechizos que Winifred era capaz de realizar y de inmediato deseo poder utilizarlos también.
Winifred le enseñó entonces a utilizar magia negra, con el objetivo de que ambas tuvieran el poder suficiente para asesinar a la vieja si un día la encontraban.
Pronto Mary se convirtió también en una gran practicante de magia. Sin embargo no involucraron Sarah durante un tiempo, ya que su corazón era demasiado puro.
De las tres, Sarah era la más inocente y alegre. También era distraída, algo torpe, hiperactiva hasta la médula y tremendamente bocona. Sin duda no sería capaz de ocultar los dones mágicos de sus hermanas a otras personas.
Fue por eso que Sarah no descubrió que sus hermanas eran brujas, sino hasta la edad de 15 años.
Para ese entonces corría el año 1.693. Winifred tenía ya veinte años y se había convertido en una joven muy atractiva.
Como si nada, decidió que era tiempo de regresar a Salem. Habían crecido lo suficiente como para no ser reconocidas.
Al llegar, averiguaron sobre el paradero de su padre y descubrieron que había muerto de peste negra hacía ya mucho tiempo.
Winifred maldijo su descanso eterno. Había tardado demasiado tiempo en regresar y perdido la oportunidad de asesinarlo con sus propias manos. Pero, al menos, su cabaña permanecía abandonada desde su muerte, así que las hermanas la usurparon.
Al fin habían regresado al lugar que las había visto nacer.
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Hocus Pocus. El origen de las brujas
FanfictionDescubre la historia jamás contada de las hermanas Winifred, Sarah y Mary Ann Sánderson. Entérate de quienes fueron sus padres, cómo llegaron a convertirse en las brujas más temidas y sus terribles fechorías sobre las tierras de Salem. Una historia...