Descubre la historia jamás contada de las hermanas Winifred, Sarah y Mary Ann Sánderson. Entérate de quienes fueron sus padres, cómo llegaron a convertirse en las brujas más temidas y sus terribles fechorías sobre las tierras de Salem. Una historia...
La décimo tercera noche las encontró durmiendo juntas y acurrucadas bajo un árbol. Estaban muertas de frío, y una mujer apareció en la oscuridad.
Era una anciana con un bastón, en cuyo rostro podían observarse los estragos del tiempo. Puso un hechizo en las niñas más pequeñas y después se alejó rápidamente.
Winifred oyó el crujido de unas ramas y despertó.
De inmediato trató de despertar a sus hermanas. Pero estas habían caído en un sueño profundo y muy extraño.
Winifred se sintió entonces atraída por la extraña anciana, quien con un dedo le llamaba desde la lejanía.
Con mucho cuidado, cubrió a sus hermanas con una manta y salió a su encuentro.
---Las he estado observando ---afirmó la vieja ---. Son hábiles al amparo de la noche y las fieras huyen de su presencia. ¿Tienes acaso visiones extrañas? ---preguntó.
---Si ---respondió Winifred, asombrada ---. A veces logro ver cosas que aún no han pasado.
---Sin duda la oscuridad les ha ofrecido su manto. Vendrás conmigo. Yo te protegeré a ti y a tus hermanas. Les daré alimento y una cama en donde puedan echarse a descansar. A cambio, te convertirás en mi discípula. Yo te entregaré los conocimientos que te han sido negados.
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Winifred aceptó de inmediato. Las promesas de la vieja fueron una terrible tentación.
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Convenció a sus hermanas de que se trataba de una amiga de su madre y las arrastró hacia su cabaña. De todas formas, no tenían nada que perder. Por el momento, Salem era un terreno prohibido.
Winifred comenzó a practicar entonces la hechicería, pero sin que Sarah y Mary supieran nada al respecto. Esa fue la condición de la vieja. Ellas no demostraban talento alguno todavía, eran pequeñas, la oscuridad no las había abrazado por completo.
Winifred era la más favorecida en ese sentido, por el hecho de haber nacido primero. Durante las prácticas de Winifred, la vieja colocaba a sus hermanas en un letargo profundo.
