Day 13: Gazing into each other's eyes

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"No están aquí para hacer amigos. Este no es el recreo del reformatorio, así que lo mínimo que espero es que se comporten y que guarden silencio, jóvenes delincuentes."

Si a Changbin le dieran un centavo por cada vez que había escuchado eso, él tendría... Bueno, muchos centavos.

Ya ni siquiera le estresaba ser enviado a detención después de la escuela, si a sus padres no les importaba, a él tampoco.

Lo peor de todo era que las razones por las que lo mandaban a detención eran realmente estúpidas y quizá evitables si el no fuera tan ridículamente rebelde.

La razón de ese día fue llevar una camiseta negra bajo la camisa del uniforme, y quizá el problema era que llevaba abierta la del uniforme para que se viera la tela negra, y además llevaba sus Converse rojas en lugar de zapatos. Okay, si fue su culpa, pero el uniforme era una mierda y si por sentirse cómodo en la escuela debía sacrificar una hora de su tarde, quizá podía soportarlo.

Otras veces se había quedado dormido en clase o había ignorado las tareas, así que los profesores automáticamente lo mandaban a detención sin preguntar razones, por eso era un visitante frecuente del aula de castigo.

Y a pesar de que era molesto escuchar al profesor a cargo dar su discurso acerca de ellos siendo delincuentes juveniles, Changbin ya estaba acostumbrado, así que se dedicaba solamente a mirar los rostros nuevos en el aula.

Normalmente eran chicos que lucían despreocupados y que ya habían visitado antes el aula de detención, pocas veces iban chicos nuevos y que de hecho lucían algo asustados por como los tratarían ahí, pero habían dos chicos que eran clientes tan frecuentes como él de los castigos.

Uno de ellos era menor que él, o al menos Changbin creía haberlo visto pasar los recesos con su amigo Hyunjin que iba un año abajo; para el mayor era intrigante la razón por la que el chico se la pasaba castigado. Parecía un buen estudiante, promedio a decir verdad y aunque no lucía asustado todo el tiempo, Changbin podía decir por su expresión que no estaba de acuerdo con el castigo.

Changbin tampoco estaba feliz con tener que pasar sus tardes castigado, pero sabía que la mayoría de las veces era justo cumplir con una sanción por querer pasarse de listo e ignorar las reglas de la escuela.

A simple vista era difícil para Seo enunciar una razón para que el chico estuviera en detención tan seguido, no lucía precisamente como un delincuente, aunque Changbin estaba convencido de que tenía que ver con los increíbles calcetines de arcoiris que sobresalían demasiado de sus zapatos o con el piercing que a veces traía en su ceja considerando que no se permitían las perforaciones faciales en la escuela. Era refrescantemente rebelde.

Por otro lado, estaba Christopher Bang Chan, él era una leyenda viviente.

Decían que Chan había roto el reglamento yendo regla por regla y que seguía en la escuela solo porque su familia era de mafiosos. Changbin lo dudaba porque muchas reglas implicaban suspensión o expulsión en caso de ser quebrantadas, y Chan realmente no lucía como un chico muy adinerado o mafioso, solo lucía eternamente adormilado y siempre traía sus audífonos puestos escondidos tras la capucha de su hoodie para que nadie lo molestara.

En cierto modo era como una rutina, no se conocían, pero la presencia de los otros dos estudiantes era reconfortante, casi familiar.

Desde que entraban al aula, simplemente se dirigían una mirada para verificar su presencia y entonces tomaban asientos separados.

Changbin nunca supo porque lo hacía, simplemente no era común en él iniciar una conversación y a juzgar por la manera en que ellos se dedicaban únicamente a existir, parecía ser que tampoco eran de muchas palabras.

30 Day OTP Challenge ~3RACHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora