Love Is Like A Drug ||PRÓXIMAMENTE||

Capítulo 4

-¿Podéis pasar a por mí? -volví a repetir.

-Esto... No podemos ya estamos en casa. Lo siento mucho. Dejamos seco el coche.

-¿Y ahora qué? ¿Es que tengo que coger un transporte público?

-Tampoco es tan malo.

-¿Alguna vez te has montado en un autobús? ¿Sabes cuál es el que pasa por mi casa?

-No.

Colgué enfadada. Emma y Kate a veces son bastante inútiles y chochonas. Apreté con fuerza mis puños. Estaba muy mosqueada. Empecé a caminar hacia la parada de autobús más cercana o cualquier sitio donde parasen autobuses. Mi móvil vibró. Mierda se había quedado sin batería. Mierda. Mierda. Mierda. ¡Qué día más malo joder! Paré y miré la cantidad de coches que pasaban por la carretera. No veía ningún autobús. Divisé un taxi.

-¡Taxi! ¡Taxi! -decía mientras levantaba el brazo para que me viera pero no me hizo ni puñetero caso.

Mierda. Mierda. Y más mierda.

Empecé a caminar por la orilla de la acera. Pasó un coche. El coche pisó un charco. Me salpicaron gotas asquerosas en los pantalones. Mierda. Mierda. Mierda. Pataleé el suelo muy enfadada, iba a estallar en cualquier momento. Miré la hora que marcaba mi reloj: las diez menos cuarto. No había cenado. Me habían abandonado. No encontraba ningún autobús. Era invisible para los taxis. ¿Qué más me podía pasar?

Un coche empezó a ir a mi compás al lado mío. Me giré de mala gana. Mierda.

Era Luke. Él iba conduciendo y en los asientos de atrás estaba Calum. Luke bajó la ventanilla del Cadillac y me miró riéndose.

-No hace gracia -le espeté.

-Sí hace -rió-. Si fueras por el centro de la acera ningún coche te habría salpicado.

Seguí andando y Luke me siguió con el Cadillac.

-Estoy seguro de que te acaban de dejar colgada. ¿Quieres que te lleve?

-Estoy segura de que no quiero que me lleves.

-Venga, sube, no muerdo.

-Sí muerdes.

Seguía andando y el Cadillac a mi compás. Algunos de los coches que pasaban le pitaban a Luke para que dejase de hacer el tonto y se pusiera a conducir como la gente normal. Pero él no hizo caso.

-Te encanta que te muerda -dijo lanzándome un guiño.

Por su maldita arrogancia me puse en el centro de la acera y me camuflé entre la gente. Ya estaba bastante enfadada para que Luke me empezase a incordiar.

Alguien me cogió del brazo y tiró de él para que le mirase.

-¡Luke, déjame! -dije en un intento de zafarme de él. Pero eso fue, un intento, aún me tenía agarrada.

-Te voy a llevar a tu casa.

-¿Y si no quiero?

-No te he preguntado si querías. Lo voy a hacer y no rechistes -Luke sonaba borde. Me daba miedo y me hacía daño mientras me tiraba del brazo para meterme en el asiento de copiloto de su flamante Cadillac negro.

-No hacía falta, sé montar en autobús. Estaba a punto de llegar -dije. Dejé la bolsa del vestido entre mis piernas y me crucé de brazos.

-Voy a morir -sollozó Calum detrás mío. Giré la cabeza y lo vi con las manos puestas en la cara.

-Calum, tranquilo, aquí el que muerde soy yo, no ella -dijo Luke.

-¿Me tienes miedo? -le pregunté a Calum asombrada. Él sollozó más fuerte.