LOS 7 ESPECTROS DE LA MUERTE

Hechos del pasado..

Tsukasa: vamos... Dame más... Quiero más sangre (decía provocado más heridas a la chica)

???: Po-por favor... Ya basta.. Tsu-Tsukasa.. (decía a duras penas mientras era atravesada en diferentes partes por la daga que el chico portaba)

Tsukasa: oh.. mi hermosa Nadeshiko... (Dijo entre una sonrisa más macabra, disfrutaba las torturas que le practicaba a la fémina)

Nadeshiko: Dime... Porque.. haces esto? (Decía a duras penas, se encontraba más debilitada por la gran perdida de sangre)

Tsukasa: realmente te adoro... Pero lo que intento hacer es más importante (dijo levantándose del lugar donde estaba la chica he ir donde se encontraba el charco de sangre mezclada con el agua de un pequeño estanque)

Sakura: es hora la luna... esta en el punto mi señor.. (dijo la peliverde mientras su mirada se posaba hacia el cielo nocturno, indicando la media noche la hora perfecta para invocar a las animas)

Parados en sus lugares correspondientes para rodear aquel estanque color naranja el cual mezclaba ambas combinaciones de pureza y malicia.. haciéndose cada vez más espesa de lo habitual, lo que significaba que pronto se consumaría el ritual y la puerta al inframundo se abriría para dar paso al... mismo demonio, que les había otorgado el deseo maldito..

Un aura oscura invadió todo el lugar, tinieblas y sombras aparecieron por doquier, dando paso al ser que se ocultaba en lo más profundo de aquel mundo..

Demonio: me has llamado para pedir un deseo, el cual su precio sera con tu vida.... (dijo el ser diabólico que se encontraba frente al chico de sonrisa juguetona)

Tsukasa: a pasado tiempo desde la última vez que nos vimos... (dijo sonriendo como siempre, pero en su mirada se reflejaba el vació del odio mismo)

Demonio: tu insignificante espectro, por mi estas aquí y si yo quiero puedo mandarte a lado más  profundo de este reino... (agrego aquel ser cuyo rostro nunca fue visto)

Tsukasa: es posible... pero te traigo aquí un sacrificio, el alma pura de una sacerdotisa, la sacerdotisa Nadeshiko del templo... Ryuzaki (agrego con los brazos abiertos mientras postraba a la chica frente aquella sombra)

Demonio: que es lo que deseas... para pagar con esta alma.. (dijo con un tono tan sombrío y macabro que los asistentes del chico temblaron de horror)

Tsukasa: es simple... (dijo con una gran sonrisa) solo quiero que liberes el alma de mi hermano.. (musito dejando a aquella gran presencia consternada)

Demonio: insignificante alma... tu, vienes a insultarme, como crees que dejare a esa alma tan pura... por una miseria como esta.. NUNCAAA!!! (en un abrir y cerrar de ojos el chico había sido atravesado por una flecha)

Tsukasa: ahg... (fue el único sonido que salio de sus labios para caer mal herido) maldito demonio... devuélveme a mi hermano!!

Sin esperar, soltó un ataque directo con uno de sus koku-joudai, sin dar resultado, solo provocando que aquel ser se molestase aun más y le cediera el castigo de su vida...

Demonio: tu ser insignificante, atreviéndose a atacarme, ganándote el sello de por vida, todos tus poderes y sin excepciones serán reprimidos por esto (dijo moviendo una de sus garras para dibujar lo que parecía ser un sello y entregándose lo en la mejilla derecha)

Tsukasa: AAAAAAAHH!!!! (el dolor era insoportable como si las mismas llamas del infierno te quemase vivo pero... en una sola parte dejando así una quemadura con la marca de las palabras sello en su mejilla)