Capítulo I Dreamers (Soñadores)

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Cumplir mis sueños es una de mis grandes metas… sé que son de una en un millón, nunca a nadie le he contado sobre mis sueños, por el desánimo que me darían… nunca los he intentado, por temor a fallar, pero ésta vez planeo que todo sea diferente, hace un tiempo presencié como unos grandes chicos cumplieron sus sueños, eso me motivó, ahora nadie podrá detenerme. 
— ¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti! — podía escuchar una voz femenina dentro de mi habitación, tarareando una canción de cumpleaños, sí, era a mí… fingí seguir dormida hasta que logró deshacerse de mis cobijas por completo.
— ¿Qué no tienes otra cosa que hacer mamá?— Dije sonriendo y tallándome los párpados 
— Ánda acércate, yó se que quieres darme un abrazo— Abrí mis brazos para que pudiera juntar mi cuerpo con el de mi madre, era mi cumpleaños.
— Hija, me alegra tanto que cumplas años hoy, y a la vez me entristece… tengo que darte una noticia— Dijo con los ojos llorosos, me preocupaba que se tratara de algo malo. 
— ¿Qué pasa mamá dime? — Me exalté un poco, pues no hablaba y eso provocaba desesperarme completamente. 
— Yo sé cuanto deseas cumplir tus sueños, me lo has dicho cientos de veces, aunque nunca me has comentado exactamente cuáles son tus sueños, sabes que soy tu madre y siempre te estaré apoyando en lo que decidas— Me abrazó, suspiró y volvió a mirarme a los ojos, sus palabras hacían que llorara yo junto con ella. — Así que tu papá y yo hemos ahorrado para darte un buen regalo de cumpleaños… —
— Mamá no es necesario que ustedes g…— Me interrumpió.
— ¡Déjame terminar!, nosotros sabemos que quieres ir a realizarte a Londres, tu padre y yo durante un año logramos pagarte un buen departamento allá, tu colegiatura de la escuela en la que cursarás, hemos visto todo por ti, tú solo tienes que encargarte de lograr lo que quieres y conseguir un empleo… — Las lagrimas corrían por sus mejillas, y por las mías también estaba anonadada no podía decir una sola palabra. 
— Esto… ¿es verdad?, debe ser un sueño, pellízcame— Le dije a mi mamá boquiabierta. 
— Es verdad— Me abrazó… —El vuelo sale en dos días debes prepararte— Dijo mirándome a los ojos.
— Mamá no sabes cuánto tiempo he deseado esto— La abracé con mucha fuerza. 


Así pasaron los días, yo estaba más preparada que nunca, mis padres habían dado un paso muy grande por mí y eso nunca terminaré de agradecérselos… cuando menos lo pensé ya me encontraba ahí parada frente a un avión que lo podía ver desde un cristal.

— Pasajeros con destino a Londres, el avión está por despegar— Escuché desde las bocinas del aeropuerto, en ese momento mi piel se erizó y solo escuche un susurro al lado de mí.
— Ya es hora— Dijo mi papá, lentamente me comencé a despedir de cada uno, mi madre, mi padre, mi hermano mayor… yo sé que no los vería por mucho tiempo. 
Me alejé, podía verlos cada vez más lejos, traté de no llorar… mi madre abrazaba a mi hermano llorando y mi papá con una leve sonrisa.
— ¡No los defraudaré! — Fue lo único que mis labios pudieron decir antes de estar lo suficientemente lejos.

Me toco ir sola, sin ningún acompañante en el avión… ¡Genial! me acomodé y me puse mis audífonos dejé que la música hiciera lo suyo, la canción era algo sentimental y me traía recuerdos a la mente, mientras me asomaba por la ventana y apreciaba la hermosa vista.

— Señorita— Escuché una voz.
— ¿Qué pasa? ¿Qué ocurre? — Dije algo espantada.
— Ya aterrizamos hace diez minutos, creo que se quedó profundamente dormida— rió.
— ¿Enserio dormí tanto? — Dije impactada
—Sí— Rió de nuevo —Le aconsejo que vaya por su equipaje.

Me levanté confundida aún y dicho y hecho, fui por mi equipaje, después de eso para no hacerla mucho de largo me instalé en el hermoso departamento que mis padres habían pagado, era tan ‘wooow’ era mucho más de lo que imaginé… tenía una hermosa vista y todo era precioso.

Caí en un profundo sueño, todo era tan cómodo, difícil resistirse. 
Fueron dos semanas de salir a las calles a buscar empleo; eran vacaciones así que no tenía escuela. Todo fue muy pesado para mí ya que no conocía la ciudad muy bien y casi nadie quería darme un empleo por mi juventud pero era más inteligente de lo que ellos creían.
Vi un pequeño restaurante, estaba hambrienta y lejos de mi casa, decidí entrar a comer algo, era muy elegante, dentro de él éramos alrededor de cinco personas contándome. 
Cuando entré todos se me quedaron mirando, ¿será mi vestimenta? me importo poco. 
Deleitaba mi delicioso desayuno cuando de repente observé como una limusina se paro frente al lugar, en ese momento se me erizó la piel, empezaron a salir corriendo mucho personal de seguridad hacia afuera, luchaban contra niñas, adolescentes gritando, fotógrafos sobre todo, e inclusive llegaron a golpear a la gente, todo era un caos allá afuera.

— Por favor nadie salga, tenemos todo controlado— Dijo el ¿gerente? del lugar con una enorme sonrisa en sus labios, me pregunto quién será la persona que viene ahí ¿La reina Isabel? 
Cuando finalmente pudieron hacer un espacio empezaron a salir, no una, sino varias personas de ahí, yo disimulé un poco que presenciaba todo y volví a mi comida. Mientras entraban cerraban las puertas del lugar al parecer no dejarían entrar a nadie más. Ellos se sentaron en un lugar más “privado” o puede decirse alejado de los demás. 
Los miraba de reojo y podía observar que ellos también me miraban, se susurraban cosas y reían, quizá se burlaban de mí.
Yo ni siquiera me había quitado mis lentes de sol, así que me podía observarlos pasando desapercibida, no mentiré eran atractivos. Me levanté un poco incomoda al sentir las miradas por detrás, disimulé que no ocurría nada y caminé hacia la puerta cuando…
— ¡Oye espera!— Escuché un grito masculino tras de mí, volteé y era un chico rubio, de ojos azules… esperen esperen… ¿es acaso? no, no puede ser, claro que no.
— ¿Me dices a mí? — Dije apuntándome.
— Sí— Dijo un poco cansado al correr hacia mí con un folder lleno de hojas, se me hacía familiar 
—Se te olvidó esto en tu mesa, y dejaste un rastro de hojas tiradas linda— Dijo riendo, con sus mejillas rosadas. 
— Oh, no me había dado cuenta, muchas gracias— Dije un poco nerviosa, tomando las hojas.
— No te preocupes— sonrió —Creo que no podrás salir, está todo bloqueado. 
—Tienes razón, entonces debería esperarme a que ustedes se fueran— Dije con un tono molesto.
—Hey linda no te molestes, cuando salgamos nosotros te llevamos a donde te diriges, ahora ven siéntate con nosotros— Me tomó de la mano y me llevo hacia su mesa, todos me sonrieron, me senté y entonces… 

Entonces desperté.

Impossible ~Harry~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora