Capitulo 1

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          Nací como un dragón blanco, mis padres me amaban, todo era pacífico y feliz en mi vida. El clan de dragones blancos comparten un vínculo sanguíneo con los dioses, lo cual nos da la habilidad natural de volar libres en nuestra forma dragón pero también podemos tomar forma humana con la diferencia de tener las uñas un poco más puntiagudas, la piel blanca como porcelana, el pelo blanco y nuestros ojos dorados que brillan como gemas tanto a la luz del sol como de la luna. Era un niño muy saludable como los demás pero de la noche a la mañana todo cambió, caí en cama con una fiebre muy alta. No recuerdo que sucedió en ese tiempo pero cuando volví abrir mis ojos mi pelo cambió a rojo y mi cuerpo se sentía menos fuerte que antes. Mis padres desde ese momento no me miraron más con amor, sus ojos eran fríos y sus miradas demostraban el asco y terror que sentían al verme. La primera y única palabra que escuché de mi madre fue "monstruo". Es como si todo el tiempo que viví feliz fue sólo un sueño lejano. Me echaron sin mirarme, los ancianos del clan me encerraron en una torre, solo me daban comida suficiente para no sentirse culpables si moría la desgracia del clan, mientras me insultaban y me dejaban solo en la oscuridad. Al menos me explicaron porque era repulsivo, tal vez para aliviar su culpa y juzgar al destino. Desde los inicios del clan estaba descrito que de manera caprichosa del destino surgiría un dragón rojo en el clan, estaba destinado a guardar odio en su interior y sus escamas rojas se tornarán a negras y sumergido en su locura tendrá la fuerza suficiente para destruir todo a su paso. No tuve más opción que hundirme en mi soledad. Perdí la cuenta del tiempo que pasó, mi cuerpo ya era el de un adolescente, supongo que igual a un humano de 16 años. De un momento a otro dejé de escuchar a los demás alrededor. Al final me dejaron, ¿verdad?. Cuando no pude soportar más el hambre intenté salir de la torre. Era tal como pensé, la ciudad construida a las afueras del reino humano que protegemos está abandonada. ¿Rompieron los lazos con los humanos y volvieron a la ciudad en las nubes? Al menos ahora podía disfrutar de mi soledad y podía caminar libremente por el lugar. Pero cuando llegué a la edad de un adulto similar a un humano de 20 años, apareció ella y rompió mi paz. Dijo que se llamaba Juvelian, era la princesa heredera del reino que protegía el clan, el reino Bennett. Estuve solo hasta mi adultez, ¿por qué viene a molestar ahora? Al parecer vino con la esperanza de encontrar un dragón que sea su guardián para poder ser emperatriz, de lo contrario la obligarían a casarse con un pariente lejano que desea quitarle lo poco que le queda. La princesa apenas tiene 18 años, su cabello y sus ojos son de un gris platinado, un color inusual para un humano, a diferencia de la familia real que posee cabello y ojos oscuros. No paró de rogarme para que sea su dragón. ¿Es que no entendía que quería quedarme solo? De esta manera no podía lastimar a nadie y nadie me lastimaría a mí. Pero luego de unas semanas me acostumbré a su cálida presencia y a su brillante sonrisa, supongo que anhelaba a alguien como ella en mi vida. Decidí ayudarle, no... deseaba ser su fuerza y quedarme a su lado. Por un momento volví a sentirme libre y cálido dentro de mi corazón, incluso ignoré ese tonto presagio. Eso fue un error....

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2020 ⏰

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El lamento de ÓnixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora