La oscura noche caía sobre la ciudad, el frío golpeaba al que caminara por las calles desoladas. Ningún alma merodeando por los solitarios callejones, siendo alumbrados por los largos tubos con un foco brillante.Por la avenida menos vista, un automóvil bajaba la velocidad, para después estacionarse bajó un gran árbol, dándoles más privacidad. Steve al apagar el motor se lanzó hacía Tony, devorando con hambre su boca.
Deslizaba con maestría su lengua caliente, saboreando su interior, succionando sus labios. Tomó la nuca del castaño para acercarlo más a él y sentir más el manjar de sus besos tan húmedos, ignorando su falta de aire solo tendiendo en cuenta, probar cada rincón. Steve dirigió su otra mano al muslo de Tony masajeando de arriba a bajó dando leves apretones.
—Vayamos a la parte de atrás—Stark susurró entré los besos, para después gatear hacía ahí, acostándose boca arriba.
Steve no espero más y buscó entré la guantera lo que ha estado esperando con ansias usar y vaya que fué precavido para urgencias cómo estás, preparado para el momento. Fue con Tony a los asientos traseros dónde se acomodó difícilmente entré sus piernas, puesto que es alto, el techo del auto le queda corto y no se puede enderezar bien.
Se acercó a su novio más que entusiasmado, ha soñado con este momento tantas veces que le sería difícil contarlos. Claro que quería hacer el amor con Tony, lo deseaba más que ir a un concierto o tener un auto nuevo, simplemente era algo que únicamente podía hacer con el. Pero estaba asustado de ir demasiado rápido, así que decidió ir con calma, tanteando el terreno, ya que no quería que Stark pensará que solo lo quería para éso y se alejará de el, no podía permitirlo.
Y cuando vio que el castaño dió el primer pasó, se sintió tan liberado de su preocupación, dándose cuenta que Tony lo anhelaba tanto como el. Simplemente ansiaba por esta noche, dónde finalmente puedan ser uno.
Corazones latiendo rápidamente hacía eco dentro del automóvil. Tony debajo de Steve se veía tan bien, que comenzó un camino de besos, deslizando sus labios por su boca, bajando lentamente por el cuello, causando una corriente de electricidad por todo el cuerpo del castaño, que se estremecía por cada toqué.
Desenfrenadamente Tony se quitó su chamarra igual que su camisa, mientras Steve hacía lo mismo, los dos no tardaron en dirigir sus manos al contrario, disfrutando de la sensación al rozar su piel. Rogers tanteó el pantalón de Stark, desabronchandolo para después quitárselos sin pudor alguno llevándose consigo su ropa interior, dejándolo totalmente desnudo.
—oh por dios— Rogers dijo deteniendo sus movimientos, contemplando a un jadeante Tony, con su rostro sonrojado y nervioso por el momento.
—¿Que sucede?¿Porque te detienes?— Se notaba preocupación en su voz, asumiendo que había visto algo mal en el y eso lo aterraba.
—No lo puedo creer, eres...—En esos momentos Tony se imaginaba lo peor, tal vez su cuerpo no era para nada lindo y mucho menos para el, estaba pensando que las palabras que saldrían de su boca serían: "horrible", se formó un nudo en su garganta y con sus manos cubrió su cuerpo, cerrando los ojos, pero lo que escucho después lo dejo pasmado —...demasiado hermoso, de pies a cabeza, eres aún más perfecto en la vida real que en mis sueños, ser el primero en poder verte tan vulnerable y tal como eres, me hace ser tan feliz—. Dijo con una sonrisa radiante, admirando cada centímetro de piel de Tony que lo dejo maravillado.
Pará ese entonces Stark dejo salir el aire que tenía retenido, sintiéndose aliviado al escuchar eso y sobretodo enamorado, el que Steve pensará todo eso de el significaba mucho, solo Steve lograba que su corazón latiera fuertemente, solo el conseguía hacerlo tan feliz.
—Eres un estúpido romántico—. El castaño jalo al rubio de la nuca hacía el, para besarlo profundamente, acariciando su rostro.
Steve no podía créer lo inigualable y hermoso que era Tony, simplemente lo dejaba sin aliento con solo respirar, era como un sueño el tenerlo debajo de el, y que le permitiera tocarlo de todas las maneras posibles, deslizando sus manos por sus muslos, siendo delicado y precavido, lo último que quería era lastimarlo.
Rogers lamía todo ese pecho que tanto imaginó tocar, mordía los pezones que tantas veces se proyectaron en sus sueños y es que cada vez era imposible controlarse pará no tomar a Tony de la cintura y embestirlo. Los dos disfrutaban del suave toqué del otro, querían que este momento tan especial durará una eternidad, su primera vez tenía que ser maravillosa, con la persona que amas de verdad, porque eso lo hace aún más perfecto.
Steve bajo hasta la entrepierna de Tony, y sin un aviso de por medio, se metió a la boca su pene, lamiendo y chupando, mientras que con sus manos acariciaba los pechos del castaño el cuál dejaba salir intensos gemidos los cuáles callaba pará no ser descubiertos a altas horas de la noche.
Tony mentiría si dijera que no estaba nervioso, era todo lo contrario, sabía muy bien lo que iba a pasar si provocaba tanto a Steve y aún así sus miedos salían a flote. Antes de ir a la cita se preparó mentalmente para el momento, pero ahora estando justo aquí, con su novio entre sus piernas no podía enviar sentir tanta vergüenza, pues aparte de el, alguien mas le estaba mirando completamente su cuerpo.
Temblaba por cada roce, por cada lenguetazo y por cada mirada que le lanzaba, con esos ojos azules que tanto le gustaban. Su cuerpo ardía, se sentía tan caliente, tanto así, que le faltaba el aire, literalmente Steve le hacía perder el aliento. Disfrutaba el como enrollaba su lengua en su pene, succionando el glande, y poco a poco su lengua fue bajando hasta encontrarse con su entrada que se contraía por la exitación.
—¡Detente!, Steve por favor—. Con rapidez Tony tomo de los rubios cabellos, jalandolo pará alejarlo de esa zona.
Y ahí fué que Rogers comprendió, Tony puede ser impulsivo en sus decisiones, pero ahora mismo podía notar miedo en su rostro y eso lo alarmó, despertando en el un instinto de protección.
—Tranquilo, jamás te lastimaría, soy el único que puede verte, no hay nadie mas, confía en mí—. Se acercó al rostro de Tony, acariciándolo suavemente con sus manos, plantando un beso en esos labios temblorosos. —¿Quieres que continúe? Sino quieres puedo par..—. Fue interrumpido por un Tony desconcertado.
—¡No! Quiero decir, es nuestra primera vez y no sé cómo se vaya a sentir, pero estoy seguro que si es contigo todo va estar bien, porque se que me amas y yo también te amo—. Dijo estrechandolo entre sus brazos —yo quiero que continúes—. Susurró en su oído.
—Será un placer, mi amor—. Steve lleno de besos el rostro de Tony, reconfortandolo, para después bajar y alzar sus piernas, dejando al aire su glorioso trasero y ese exquisito agujero que se habría y cerraba.
Los dos se amaban no había duda alguna, porque está noche dos cuerpos y dos almas se entregarían completamente, sumergiéndose al deseó y al amor.
🍯𝓱𝓸𝓷𝓮𝔂