-Entonces, le has dejado de hablar. -dijo Clarisse mientras dejaba que el humo saliera de sus labios.
-Sí. -respondió el peli-negro mirando fijamente a la muchacha.
-Ya era hora. -la peli-rosa saltó del árbol y se acercó a un basurero para tirar su, ahora, consumido cigarrillo. -Pero, ¿por qué? Que yo sepa hace unos días actuabas como idiota por ella. -dijo Clarisse mientras se sentaba al lado de su único amigo.
-Me cansé Clarisse. Yo la amo, pero ella nunca sentirá lo mismo por mí. Y no es justo que yo sufra por ella.-respondió Ethan mirando a la nada.
-Felicitaciones amigo, por fin entras en razón. -la oji-esmeralda le guiñó un ojo y recogió su mochila.
-¿Ya te vas?
-Lamentablemente sí. Te veo luego Ethan, cuídate. -la muchacha se acercó a Ethan y le dio un beso en la mejilla.
-Tu también Clari. -La peli-rosa le sonrió y caminó a su hogar, que solo quedaba a unos metros.
Ethan agarró su desgastada mochila del suelo y sacó un cuaderno. Lo abrió y con su lapicero de tinta negra escribió.
Querida Jody:
Desearía ser como Clarisse.
Una persona despreocupada.
Y que olvida con facilidad.
Porque yo te amo Jody.
Con mi corazón y alma.