Por si me recuerdas.

Quiero escapar.

Quisiera no tener que desperdiciar tu tiempo, pero últimamente peligra mi salud mental si me sigo tragando todo. Ojalá no necesitará hablar de vos, o vivir por vos.

Estar encerrado conmigo mismo entre estas cuatro paredes resultó ser una de las mas terribles torturas. Ya son diecisiete meses de darle vueltas a una calesita de recuerdos. Son ochocientos veintisiete días de puro martirio para mí alma, debería calmarme y olvidarte, cumplir con lo que me queda y tratar de verle lo mejor a todo. Pero vivo cayendo, en cada noche de insomnio, en los bares, en la soledad de casa.

Son las 6 a.m. y el despertador suena, dejo el libro a un lado otra noche sin conciliar el sueño. Perfecto.
Empiezo con la rutina:
Higienizarme. Preparar mi café. Ponerme mi camisa azúl. Tomar el transporte público. El trabajo. Almuerzo. Trabajo. Casa. Caminar. El bar de siempre. Otra vez casa. El despertador.

Quisiera decirte que mi vida sin tí es genial, que sin tí ya no tengo obligaciones extras. No es así, amaba hacerte reír, acunarte en las noches, besarte por las mañanas. Puede ser que pasó tiempo y debería decidirme a aceptar mis circunstancias ¿no?.

Hoy es domingo, la tarde es estupenda pero no tengo la más mínima intención de salir. Cada lugar está atestado de tu recuerdo. Pienso buscar una casa nueva en un barrio nuevo, enciendo el ordenador decido cambiar mi salvapantallas, pero salimos muy bien, tu sonrisa es la más hermosa y yo estaba mirándote con todo el amor y cariño que puede dar mi ser. Abro rápidamente el buscador, tecleo y me salen departamentos más cerca de mi trabajo, casas en el medio del campo, cabañas con vistas a algún río. Me tienta la idea de desaparecer, vivir de la caza y ahogarme en mi soledad. Me decido por un departamento a cinco cuadras de mi trabajo, tengo una cita para ir a verlo mañana. Veo algunos mails; promociones, cartas tarot, test, mis mensajes nunca respondidos por las revistas, suelto un suspiro prolongado, me siento agotado de pasar tanto tiempo conmigo mismo. Cierro la pestañas y allí estás, tan radiante como siempre.

Voy a la habitación, me desespero, hay tanto vacío desde que tu risa no llena mis días.

Quiero esconderme entre los brazos de mamá, sentir que estoy en un lugar seguro y fuera de tanta apatía, pero no puedo. Los niños crecen, los adultos dejan de ser tan fiables como lo eran antes, comenzamos a ver sus errores y nos entra ese sentimiento de pánico. Caemos de cuenta que la vida no es tan inocente, que ya no podemos ser vulnerables. Al menos yo no puedo serlo.

Decido dejar todo así, lo llamó a Jonas, mi fiel amigo perruno, parece que nos podemos comunicar o al menos él sí entiende mi jodida vida.

Me pongo ropa deportiva, tomo el collar de Jonás y salimos a trote. Nunca fuí de expresar mis sentimientos, pero cuando salgo a hacer ejercicios puedo sentir que dejó  todo eso que no me deja existir de una manera tranquila. Comienzo a correr, mi amigo me mira sabiendo que ya dejé el mundo atrás y sólo somos nosotros. Pasó bastante tiempo y ya es entrada la noche, decido volver caminando para no agotar de más a mi perro.

Otra vez en la estúpida casa. Dejo todo en el comedor y entro al baño para ducharme. Pero en el espejo hay una nota:

Dejarás de caer cuando aceptes a vivir en el abismo.

No puede ser, hace más de un año que vivo sólo, no tengo a nadie que entre y salga por casa.

Miro la nota con pánico y desconcierto.

¿Quién fue y por qué?

Quiero llamar a la policía, quiero salir corriendo, pero sólo cierro la ducha, revisó mi hogar y no hay nada fuera de su lugar. Jonás duerme. Tomo una foto tal cuál está la nota, luego decido sacarla y la dejo dentro del último cajón.

Acabé de leer el libro que tantas noches me tuvo atrapado. Él, Zahir de Paulo Coelho. Me encantó, lloré mucho, ¿para qué negarlo?
El codificador marca las 3.00 a.m. supongo que tendré que dormirme, mañana es lunes y comienza una nueva semana de luchas. Todas con mis estúpidos demonios para mí desgracia.

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Okeeey, les dejo lo que es el principio de mi nueva historia (digo obviedades cuando estoy nerviosa, sorry).

Quisiera adelantar algo del siguiente capítulo :D
pero no debo :(

Pero en cambio quisiera preguntar...

¿Cómo llegó esa nota?

¿Les gustaría ver una imágen de Jonás? :3

¿Por qué está tan triste nuestro corredor? :/

Mi desamparado amigo se irá haciendo conocer con el tiempo 🤐🤐

Atte: Teresa Jacqueline.

P.D. : sigo estando con los nervios al 100 😥❤️