Prólogo

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Lunes, 7:55 AM

—Mi nombre es Kotaro Anjarou, pero pueden decirme Kotaro. –Dije en voz alta, mirando hacia el frente algo nervioso–

Hubo un silencio incómodo por un momento, y pude sentir como las miradas de todos se posaban en mi.

Esperé a que el profesor me indicara dónde me iba a sentar, para luego dirigirme hasta allá.

Suspiré nervioso, intentando tranquilizarme ya que era bastante incómodo. ¿Quien iba a pensar que un estudiante de Tokio entraría a mitad de año?

—Disculpa... –Me di la vuelta al escuchar como un chico de cabellos naranjas, amarrado en una coleta me llamaba– ¿Eres Kotaro, Verdad?

—Uh... Si. –Intenté darle mi mejor sonrisa, ya que normalmente me gusta mantener una expresión seria todo el tiempo–

—¡Genial! –Me extendió su mano, dándome una sonrisa aún más radiante y cálida en comparación con la que yo le había dado– Me llamo Kyosuke Yaguchi, ¡Pero puedes decirme Yacchan!

No pude evitar sonrojarme un poco, estrechandole la mano. ¡Realmente se notaba que era una buena persona! Si tenía suerte, podría incluso tener un "amigo" en el curso en los 15 minutos que llevaba en él.

—Es un gusto conocerte, Yacchan. –Le dije sin más, apoyando mis manos en el pupitre. Pude notar como otra persona, específicamente alguien de ojos verdes y cabello castaño nos observaba desde no muy lejos–

—¿¡Cómo te has sentido hasta ahora!? –Cada vez sonreía más, cosa que me abrumó un poco– ¿Ya sabes con quién almorzar? ¿Ya sabes a qué club te vas a unir? ¿Ya conoces cada parte de la academia?

Las preguntas seguían y seguían, al punto en el que terminamos hablando del color de mi cabello y por qué lo tenía tan largo. Por lo visto, realmente le gustaba la trenza en la que me lo recogía...

—Volviendo al tema... –Hice una pausa, intentando no ser informal– No pienso unirme a un club por ahora, me considero más un lobo solitario. –Señalé al tipo de antes, el cual había mirado a otro lado– ¿Quien es él?

—¿Él? –Dió una vuelta para ver a quien señalaba, y luego volvió a mirarme– El es Toono, entró unas semanas antes aquí. ¡Podrían ser amigos! Los dos vienen de Tokio, después de todo.

—Toono... –Lo miré nuevamente, hasta que eventualmente nuestras miradas se cruzaron. Parecía bastante nervioso, por lo que decidí saludarle– Hey~

No dijo nada, y solo se limitó a sonrojarse, hacer ruidos indistinguibles y tapar su rostro con un cuaderno.

Estaba tan concentrado en él que no me dí cuenta de que Kyosuke cada vez hacía más preguntas, siendo "¿Por qué estás en primer año con 18? ¿No deberías estar más arriba?" Las único que pude escuchar.

—Es algo complicado. –Lo miré con una expresión seria, y seguí hablando– Tuve ciertos... Problemas cuando estaba pequeño, es todo lo que quiero decir. –Me levanté al escuchar el timbre para ir a almorzar– Fue un gusto conocerte, Yacchan.

—Uh... Lo mismo digo, Kotaro...

くコ:彡くコ:彡くコ:彡

Había pasado un tiempo desde la salida a almorzar, ya que por lo visto las clases se habían atrasado por una "reunión inesperada" de los maestros.

No pasó nada impresionante, y el resto de tiempo me la pasé recorriendo la academia.

Si bien al principio no quería, (Y más que nada por la insistencia de Kyosuke) terminé investigando sobre los clubes para unirme a uno, ya que pensándolo bien, ¿Por qué no? Debía dar una buena impresión como alumno del colegio, y no quería pasar los días sin nada que hacer.

Acabé entrando al club de fotografía, ya que mi hermana me regañaba muchas veces por las pésimas fotos que tomaba.

Me costó un poco encontrarlo, pero finalmente pude llegar.

Se escuchaban sonidos algo... Extraños, casi como gemidos, pero no le presté mucha importancia.

Llevé mi mano hacia la perilla, dispuesto a abrir la puerta.

















Pero lo que no sabía es que desde ahí mi vida cambiaría para siempre.

Cómo me convertí en el esclavo sexual de Yuri-KunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora