Los 5 pasos que Draco hace cuando Harry está estresado

Paso 2

Paso dos: Dale dulces entre clases.

A la mañana siguiente del martes, primer día de esos terribles exámenes, Draco despertó con la luz tambaleante del sol dándole de lleno en la cara, producto de la filtración de ésta en el agua del Lago Negro. Bostezó, cubriéndose con su mano derecha y con la otra, palpó el lado izquierdo de su cama en busca de Harry.

Le gustaba en demasía observar el cuerpo durmiente y relajado de su chico al despertar, con su piel acremada brillando levemente, sus largas pestañas negruzcas contra sus mejillas y el hilillo de saliva saliendo de su comisura labial, sus caderas masculinas pero curveadas perdiéndose bajo la sábana y con marcas violáceas por toda su anatomía. Era una vista que quería seguir presenciando por el resto de su vida y que le traía una paz inmensa, casi como un amuleto de buena suerte para comenzar con su tedioso y pesado día.

Sin embargo, no encontró al Slytherin a su lado y Draco por supuesto que hizo evidente su descontento con un gruñido. Maldita sea.

Se levantó irritado y frotó su espalda, sintiendo la piel aún un poco hinchada por los rasguños del ojiverde la noche anterior. Volvió a bostezar y fue hasta que espabiló que notó la pequeña presencia de su pareja, sentado en su escritorio y repitiendo los significados de algunas runas mágicas especialmente difíciles.

Llevaba una de sus camisas de vestir de seda negra que le llegaba a los muslos, su cabello era el típico desastre pero aumentado por dos ya que cada cuanto lo jalaba entre sus dedos y en su cuello se notaban mordidas y chupetones. El ojigris tarareó complacido ante esa vista.

—Naudhiz, necesidad, retraso. —Murmuró en voz ronca, quebrada, haciendo con la punta de su varita el símbolo de la runa mencionada. —Berkana, pureza, nacimiento.

Draco le dejó hacer, conjurando un Tempus y se dio cuenta de que eran las 6:43 de la mañana. Algo se alarmó en su mente, al preguntarse desde qué hora llevaba despierto Harry, sabiendo que se acostaron como a las 12 o 1 de la mañana.

—Bebé.

—Dagaz, renovación y evolución. Invertida significa... No. Espera ¿Qué significa?

—Harry.

—Lo acabo de repasar ¿Por qué no lo recuerdo? Debe estar en el libro...

—Harry...

—Dagaz, Dagaz... ¡Oh! ¡Aquí está! Invertida signifi-

—Harry, ¿Puedes escucharme? —Draco lo tomó de la barbilla, levantando su rostro con un dejo de brusquedad. Sus ojos platas aún somnolientos pero hastiados le miraron fijamente. Algo en su tono le decía claramente a Harry que no estaba pidiendo en realidad, todo lo contrario.

—¿Sucede algo, mon prince? —Pronunció la lengua rosada de Harry en un perfecto acento francés. Draco tuvo que ignorar el escalofrío placentero que recorrió su espalda. El francés de Harry en otras situaciones era demasiado oportuno.

—¿Desde qué hora estás despierto, coeur? —Cuestionó en un tono bajo, siseante y algo peligroso. El ojiverde sabía que su respuesta definiría su semana de sexo y mimos. Y él no quería quedarse sin su semana de sexo y mimos.

—No mucho —, susurró, parándose de la silla y viendo a los ojos a su novio. Draco no tardó en rodearle la cintura con una mano y la otra subió hasta su mejilla, acariciándola con ternura —una hora más o menos, de verdad ya no podía dormir.

Eso alertó al otro Slytherin. Es la segunda fase del plan.

Cuando el azabache se estresaba, el insomnio comenzaba a ser una parte importante de su día a día; el rubio era conocedor de lo poco que podía llegar a dormir, como unas tres horas a lo mucho. Eso lo hacía cabecear en clase o a la hora de comer. Lo preocupaba en demasía y por supuesto que debía intervenir.