Esa noche fue exquisita, disfrutamos de un vino, conversamos como habia sido nuestra vida todo ese tiempo y Erick me mencionó que en algún momento pensó en pedirle matrimonio a su ex pareja. No pude evitar sentir unos celos y querer escupirle en la cara, Erick lo notó, lo cual generó un momento de tensión sexual entre nosotros.
Erick no me exigía nada y siempre fue así, se conformaba con cualquier cosa que le diera, mi saliva, mis azotes, mis fluidos o hasta mi rechazo.
Estabamos sentados en mi sillón, y comencé a darle el vino desde mi boca. Le prohibí tomarlo desde la copa y cada vez que le daba de mi boca gemía y cerraba los ojos en forma de gratitud. Los perros aceptan todo con gratitud.
-Anda a lavarte. - le dije. Él sabía lo que eso significaba. Es importante darle de vez en cuando una atención especial al perro, asi reafirmo su fidelidad y devoción.Mientras Erick se bañaba, fui al cuarto y me puse mis ligas y un traje de cuero muy sensual. Saqué un aceite de masajes y lo esperé en mi pieza. Estabamos salivando.
-acuéstate boca abajo.
-sí, mi reina.
Tomé el aceite y comencé a masajear sus pies, su talón, sus dedos, los lamí, me los metí a la boca y jugué con ellos. Luego comencé a subir y lamer sus piernas, sus muslos hasta llegar a los glúteos. Ahí me detuve y entretuve, Erick se movía inquieto por la excitación. Mordí sus glúteos, lamí sus testículos, les pase mi lengua caliente y mojada sobre ellos y pude ver como reaccionaban. Le acomodé el pene erecto hacia abajo para tener acceso a el. Lamí su pene hinchado y sus testículos muy suave, casi doloroso.
Estoy sufriendo. - me dijo.
Cuando noté su pene duro y tirante, me detuve. Le apliqué lubricante en su ano y comencé a besarlo ahí. Le introduje mi lengua, hasta que el anillo comenzó a ceder y lo penetré con ella. Sentía que me iba a correr. Pensé en Andrés y me exictó la idea de estar siendo infiel, me lo imaginé ahí mirandome, mirándonos.
-Date la vuelta, perro.
Cuando se acomodó, me senté sobre él con mis gluteos en su cara y le puse mi vulva en su boca. Erick no hacia mas que gemir, disfrutando de mis fluidos. Tomé mi celular y comencé a revisar mis correos mientras él estaba chupandome.
Comencé a ahogarlo con mis nalgas, quería aficciarlo mientras yo estaba en mi celular.
-¿estás bien? Siento que te cuesta respirar ¿qué será?- comencé a burlarme de él y pegarle a su pene erecto.
De pronto, mi celular comenzó a sonar, era
Andrés.
-silencio, prohibido emitir algún ruido, mi amor me está llamando - le dije a Erick y comenzó a lamerme más fuerte.
-Hola mi amor. Sí, bien. Extrañándote. ¿Ahora? Viendo una película. ¿Cuándo llegas?. Ay amor ya quiero besarte. Te amo, adiós. Corte.
Estaba tan excitada, que ya no pude fingir que nada pasaba en mi vulva y comencé a gemir. Erick tomó mis pezones y comenzó a acariciarlo, ya me venía, no podía detenerlo, era inminente y catastrófico. Comencé a gemir muy fuerte y a irme en su boca y lengua gentil. Cuando deje de tener espasmos, pude reaccionar, me levanté y erick tenía todos mis fluidos en su cara y barba. Nos reímos.-Ven, quiero abrazarte. - me dijo.
Me saqué mi traje y me acosté desnuda a su lado, abrazandonos.-Yo nunca te he olvidado, Camila. Desde que me dejaste, mi fantasía ha sido volver a encontrarnos y que me utilices.
Lo miré a los ojos y me sinceré.
-Tú siempre serás mi hogar, también he fantaseado en tenerte cerca.-Estemos cerca de nuevo. No quiero separarme de ti. Por favor.
-Es complicado, tampoco quiero que nos alejemos, pero está Andrés.
-Andrés no tiene porque irse.
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Todo perro tiene su dueño
RomanceErick y Camila han pasado años separados, luego que ella tomó de la decisión de romper la relación. Su amor y pasión es innegable y al volverse a encontrar Erick decide que haría todo lo que estuviera a su alcance para que Camila vuelva a aceptarlo...