MILITARES: El Camuflaje Perfecto

[4] Revelación

Dos meses atrás...

Chase Bryson

—Quiero que sean de esta generación, que formen parte de esto, que sepan la verdad. Ya no puedo seguir ocultándoselos —Hablé.

—Deberías decirles la verdad —Respondió.

—Oh, Claro. Gracias, no había pasado por mi mente —Dije haciendo notar mi sarcasmo.

—Mira no lo tomes de mala manera, debes decirles tarde o temprano. Y más vale temprano que tarde.

>> ¿Cómo crees que lo tomarán?

¿Qué de todo? No creo que se lo tomen nada bien, especialmente Sky ella no lleva bien las mentiras, en realidad ninguna de las tres. Me siento terrible, debí decirles antes, no ahora que quiero que entren en la nueva generación.

Estoy totalmente angustiado, ahora mis pensamientos están en una pelea los unos contra los otros. No pienso que llegué a algún lado el seguir mintiendo, ya lo hice, les mentí toda su vida. No hay ayer, no hay mañana, solo existe el hoy.

—Quiero que demuestren que pueden.

— ¿Qué? —Puedo ver lo confundido que está.

—Harán las pruebas junto a los demás.

—Pero ¿Por qué no solo dejas que entren? Pueden hacerlo gracias a ti.

—Gracias a mi —susurré para mí y reí.

—La mayoría de nosotros lo hacen.

—Tú no eres como la mayoría. Y yo tampoco.

— ¿Quieres probar un punto?

—No. Quiero que mis hijas entren como todos, igual que tú con tu hijo —Solté.

—Lo hice porque pensaba que no podría pasar ni la primera prueba y vaya que me sorprendió. Yo, por el contrario a ti quería demostrar un punto y que supiera que las cosas no siempre estarán en bandeja de plata.

—Yo sé que mis pequeñas pueden hacerlo.

—Bien. Yo también creo en ellas. Cada una tiene su perfecto equilibrio.

Sé que mis hijas son muy importantes para él y por ello no me sorprenden sus palabras, pero me alegra escuchar que está de acuerdo conmigo.

—Lo sé.

— ¿Sabes? Te entiendo, tienes miedo de perder a tan maravillosas hijas. ¿Pero yo? La mayoría del tiempo que paso con él finjo ponerle atención —Noto la aflicción en su voz y me tenso al no saber qué decirle. Mis hijas siempre han sido lo mejor en mi vida.

>>Si no quieres perder a tus hijas, mejor no les digas la verdad —Dijo cabizbajo.

—Lo sabrán de alguna u otra manera —Le contesté.

—Díselos cuando tengan claro el objetivo de todo en la organización, y estén listas para entender el por qué lo hiciste. Pero sobre todo cuando puedan comprender por qué les has mentido toda su vida.

—Ese no es el problema. Lo sabes bien.

—Sé que no te gustaría que se enteraran de...

—Sé bien de qué hablas. No tienes por qué repetir lo que claramente ya sé —Le corté elevando el tono de voz. Sé que no debí hacerlo, pero de ese tema no se habla nunca y él lo tiene muy claro.

—Por favor —Respondió con desdén. —Sabes que no lo hice con el afán de molestarte. Solo quiero que sepas que en algún momento tendrás que decirles. Y déjame decirte que los que te ayudaron a guardar el secreto podrían revelarlo también.