Razones

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El día en la escuela ha estado demasiado bochornoso, el ambiente parece querer comer a los estudiantes, más a Alice quien se ha sentido muy extraña, hace más de una semana que Leonard le ha dicho eso sobre ella, así que últimamente Annie ha sido el único intermediario entre estos dos, a Alice no le gustaba hablar casi con Annie pero ahora parece que le suele ser más cómodo hablar con la chica que aquel que a pesar de todo sigue llamando mejor amigo.
Annie, Leonard y Alice se sientan en la mesa del fondo y Will, Evelyn y otro chico rubio se sientan en la mesa de alado, sin embargo Will y Alice han estado tirándose miradas y roces pero la chica se niega a establecer una conversación con Will desde hace poco.
-¿No te gustan los hámsters?- pregunta Annie dando una palmada en la mesa- ¿Por qué?
-No es que no me gusten, es que todos esos pelos y patas- Leonard se estremece- parecen ratas.
Annie se ríe, una risa llena de ronquidos pero ya todos se han acostumbrado a escucharla reír
Alice y Leonard se miran a los ojos, como suelen hacer cada vez que Annie se ríe. Pero esta vez, en cuanto lo hacen, los dos apartan la vista. Alice desearía que esta incomodidad no durara mucho, tal vez porque quiere recuperar a su amigo.
-La cuestión es que…- Empieza Annie y ladea con la cabeza-Bueno, es divertido tenerlos, yo solía tener un hámster que se llamaba Edward, y recuerdo que tenía una de esas rueditas de Hámster, pero nunca la utilizaba, hasta que un día… Digamos que se enredó en ella al intentar usarla, yo tuve que desenredarlo. Todos reímos un montón.
- Si, gracias, eso hace que cambie de idea, claro que quiero vivir con un animal que no sabe cómo usar su mecánica corporal y se meta en emergencias todo el tiempo- dice el sacudiendo la cabeza- Claro que… te parece entretenido eso.
-Tal vez debería conseguir uno, pero ya no me entretienen tanto- dice ella- Saben… creo que esa chica Evelyn tenía un Hámster… ya saben, la hermana de ese chico Will, parece que todas las chicas quisieran estar detrás de él, yo no le veo la gracia, es muy bajito para mi gusto.
Elle mira a los ojos a Alice como si estuviera a punto de mencionar algo sobre Will y ella, a ella se le acelera el corazón, no cree que este instante (aquí con Leonard) se pueda mencionar eso.
-¿A ti te gusta el?- dice ella entrecerrando los ojos
- am… no… no- dice Alice nerviosa
-Estas ocultando algo, estas…- dice Annie mirándola- Estás nerviosa
-Vamos Annie, la estas incomodando- dice Leonard dándole con el hombro a Alice *Estamos volviendo a la normalidad, Bien* piensa ella
-Ah- responde Alice- Bueno…
-Wow, si te gusta- Exclama Annie
- No, no me gusta- dice Alice- ese chico es muy arrogante y nunca me llamaría la atención- Alice sacude la cabeza y Leonard la mira algo aliviado.
- A bueno, no quiero hablar más de ese chico- dice Annie- Aun quede con ganas de tener un Hámster, ¿Saben dónde puedo conseguir uno?
Se lanza a contar una historia sobre su hámster y el cuerpo de Alice se relaja, ella no debería mentir a sus amigos, es algo que levanta las barreras entre ellos y ya tienen más situaciones de las que le gustaría: Que Will este mirando mucho a Alice, que Alice rechazara a Leonard…
Sin embargo Alice y ellos vuelven pronto a clase, y luego al terminar Alice sale rápidamente y se encuentra con Will
-Hola- dice el
-hola- dice Alice- ¿Cómo vas?
- Bien, hace mucho no hablamos- dice Will- es una pena, Evelyn quería ser tu amiga
Alice camina y Will la sigue, aunque a ella le parezca que es mejor alejar a Will, siente que su compañía sería algo bueno.
-Debo admitir que yo igual- dice Will- tienes que acompañarme a un lugar-

Alice lo pensó dos veces, pero luego de unos pocos minutos lo siguió, le parecía familiar el lugar donde Will la estaba llevando.

-Claro!- Dijo Alice en su mente mientras seguía a Will -Por acá es el lugar secreto de Leonard y yo- Su rostro se volvió pálido.

Will tapó los ojos de Alice con sus manos y le dijo:

-Lista para la sorpresa?- con una sonrisa en su pálido rostro

-Si- Alice ya estaba escuchando el cantar de las aves y la suave brisa que chocaba con su rostro, ella ya sabía exactamente donde estaba, porque fué igual a la primera vez.

La Vida De Alice.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora