27 bodas | hyunin

Final

El día de la cena de ensayo había llegado, y Jeongin tenía todo preparado para ese magnífico día.

Se encontraba en el taxi llegando al evento previo al matrimonio de su hermano que se llevaría a cabo por la noche. Estaba nervioso, un poco si podría decirlo, porque lo que estaba a punto de hacer no encajaba en la imagen que las personas tenían sobre él.

Sin embargo, no podía dejar que Jisung siguiera engañando a Minho, no era lo correcto, así que no se le ocurrió mejor día que ese mismo para dejar salir todo lo que llevaba retuviendo y que solo por mostrar siempre un buen Jeongin hacia los demás no había podido sacar a la luz. 

El coche que lo llevaba llegó al lujoso restaurante, bajó y lo primero que hizo fue entrar por esa puerta para encontrar a su hermano después de días de su pelea. Jisung se encontraba con Minho que lo sostenía de la cintura como era costumbre, eran una pareja después de todo.

Cuando estaba yendo en su dirección, no evitó ser interrumpido por su tía que también estaba invitada ese día.

—Jeongin, ¡luces tan lindo! —Al escuchar tal halago el castaño sonrió con amabilidad—. Eso es muy bueno hijo, pero debe ser duro para ti ver que tu hermano menor se casa antes que tú.

—Sí... —La tía asintió, realmente Jeongin no esperaba esas palabras por parte de ella—, sí lo es, pero tía, después me doy cuenta de que todavía puedo tener sexo con quien quiera y me siento mucho, mucho mejor. Disfrute de la fiesta.

—¿Qué fue lo que dijiste? 

Esa respuesta dejó el rostro de su tía desconcertado, así que el joven se despidió de la señora para seguir con su camino.

Felix, para su suerte, se encontraba ahí por pedido suyo de ser participe de la boda de su hermano así que eso lo ayudaba un poco a tener más confianza ese día por lo que estaba a punto de hacer. Sentía los nervios recorrer todo su cuerpo, pero nada podía detenerlo si tenía todo planeado.

—Oye, luces muy bien. Hasta podrías agradarme —dijo Felix mientras tomaba de su trago en mano.

—Bien, en la pantalla frente a Minho y Jisung —Jeongin dijo y le entregó al mayormodo el ordenador pórtatil con el cual haría la proyección y exclamaría el discurso de ese día que Jisung había escrito.

—¿Estás bien, Jeongin? —Felix lo notaba extraño, usualmente no era de mostrarse tan ansioso si es que no escondía algo.

—Sipi —Yang tomó de un sorbo el trago que tenía su amigo en la mano.

—Eso no es agua... —dijo atónito al ver que lo tomaba de así, solo lo dejó seguir y Jeongin después de eso se alejó para dirigirse a la pareja.

Solo esperaba sentirse mejor, aunque claramente no podría hacerlo de esa manera.

—Jeongin, muchas gracias por hacer esto de verdad, es grandioso —dijo Minho al ver como el joven les sonreía mientras que Jisung lo miraba con sospecha. 

—¿Gusta? —De repente, un mayordomo paso al lado de los tres con una bandeja llena de bocaditos que llevaban carne.

—Oh bocadillos, ¿quieres uno Jisung? —Le ofreció a su hermano y Jisung se alejó confundido.

—¡No! Yo... Jeongin, sabes que no como esas cosas —Una risa nerviosa salió de Jisung frente a la mirada extrañada de Minho.

Se quedaron en silencio por un par de segundos hasta que Jeongin decidió asentir.

—Cierto, es verdad —Se metió a la boca el bocadito frente a los ojos de Jisung—. Bien, empezaré con la proyección.

El chico comenzó a caminar hacia el escenario no sin antes ser detenido por su hermano que aprovechó que Minho estaba hablando con otra persona para acercarse.