Misterios de Sabit

Capítulo 5: La llamada

Lunes por la mañana, una semana había pasado desde la muerte de Miguel, eran las siete y John recibió una llamada que lo dejó sin palabras, esto podría darle un vuelco al caso.
En cuanto se enteró de la noticia, fue corriendo a la casa de Nina a contárselo, se levantó corriendo a abrirle medio dormida, pero cuando se enteró de la noticia, no le hizo falta café para despertarse, se quedó anonadada. No se podía creer lo que había oído, estaba entre sentimientos de sorpresa, pena, angustia ...
Era increíble, habían encontrado otro cadáver esa misma mañana a las seis , más increíble aún era que lo encontraron en la misma posición que Miguel, también tenía una bolsa en la cabeza asfixiándolo.
Podría ser por la hora que era, o porque se acababa de levantar, pero Nina se derrumbó al oír la noticia al pensar que si hubiesen trabajado más rápido y hubiesen descubierto quién le quitó la vida a Miguel, la persona que habían encontrado podía seguir viva. John tenía un sentimiento similar, y ambos se intentaron consolar.
Aunque les costó un poco, se pusieron a trabajar rápido para que no les pasara como con Miguel , debían cerrar el caso cuanto antes.
Posiblemente se trataba de un asesinato en serie, demasiada casualidad sería dos suicidios de la misma forma...  ¡Había un asesino suelto por las calles de Sabit! Esto había que frenarlo, pero antes, debían terminar de hacer el análisis del caso anterior.
John y Nina se pusieron manos a la obra para dejar los cabos bien atados y así poder analizar este caso mejor. Ambos
se dirigieron a la escena del crimen y siguieron los mismos pasos que en el caso anterior, con el mismo cuidado.
Llegaron a la escena del crimen, un amplio boulevard, en el que muchos adolescentes juegan a las cartas o echan la tarde en los bancos, se percibía un ambiente de tensión y angustia extraños. El cuerpo se encontraba en una posición idéntica a la de Miguel y con el rostro cubierto, así que, para saber su identidad, le quitaron la bolsa que le cubría el rostro. No lo conocían, pero descubrieron que se llamaba Rafael, era el hijo mayor de la familia Pérez , se fue a estudiar hace unos años, y está semana estaba visitando a su familia.
Los chicos pensaron que era extraño también que apareciera en un sitio al que va tanta gente ,pero... ¡Un lunes!    A ver, los domingos, mucha gente está cansada del sábado porque ha salido. También pensaron en otra cosa, Rafael tendría que haber cogido el tren o lo tendrían que haber llevado al piso, pronto tenía examen.
Muchas preguntas rondaban por sus cabezas, y todas ellas sin resolver, debían averiguar muchas cosas y muchas  de ellas tendrían relación.
Habían comenzado con el análisis del escenario del crimen  y los hechos que lo llevaron allí, pero debían analizarlo exhaustivamente y teniendo en cuenta todos los detalles que podían influir en el caso.
Se acordaron de todo lo que han pasado con el caso, y decidieron ir rápido , pero con cuidado , no querían que el asesino hiciese más de las suyas.
Deberían conocer su entorno, vecinos, amigos, familia y empezar a interrogarles.