La noche había pasado lenta para la joven doncella Fate, quién tras ser rescatada por un desconocido, que sin decirle nada se la llevo a un lugar seguro, en donde la dejó recargada contra un gran árbol corpulento que parecía estar hueco por dentro, la estuvo cuidando por el resto de lo que faltaba para amanecer y al mismo tiempo la dejó lejos de la vista de quiénes sólo la querían utilizar...
La mañana transcurrió lenta y pacífica alrededor de aquel viejo árbol que parecía desentonar con todo lo que le rodeaba, pues era viejo, aún así se veía verde, fuerte y lleno de vida.
El joven que había salvado a la joven doncella Fate era alto, delgado, de cabellos plateados, con vestimenta blanca y extraños símbolos negros con plateado, su rostro estaba cubierto por una máscara de lobo rota que parecía desmoronarse a cada paso que el joven daba, sus manos estaban cubiertos por unos extraños guantes color negros, que extrañamente, cada guante tenía un grabado diferente; el guante de la mano derecha tenía una Runa Solar mientras que en el guante de la mano izquierda tenía una Runa Lunar. A simple vista parecía ser usuario de una sola katana pero si se le observaba con detenimiento y detalle se daban cuenta que en realidad el joven era usario de Katanas Duales...
El joven desconocido se había metido en un problema al salvar a aquella joven, quien parecía que iba a morir la noche anterior, ya que una de las cosas que el joven de cabellos plateados odiaba es la esclavitud disfrazada en una injusticia.
Despúes de haber transcurrido la mañana tan pacífica, la joven Fate intentaba ubicarse en aquel bosque deshabitado, desesperada buscaba la manera de regresar a su poblado, pero la realidad era que ella, por órdenes de su madre, nunca se había adentrado tanto en aquel bosque. De hecho, nisiquiera recordaba que cerca de su poblado exisitiera un bosque como aquel en el que se encontraba, tan lleno de vida y al mismo tiempo tan lleno de muerte.
Comenzaba a atardecer en Silver Forest, la frontera sur cercana a Ciudad Samurái, los dominios del Joven Blade Silverion, era esa la razón por la cuál Fate no lograba ubicarse para regresar a su pequeño poblado, ya que se encontraba a kilómetros de su tierra natal.
Fate empezó a caminar por aquél bosque buscando la salida y a su vez, sin pensarlo, caminaba dando círculos e intentando no perderse. Lo que la Joven sabía era que aquel bosque estaba maldito, ya que como casi no lo utilizaban ni transitaban por esa frontera el bosque había sido dominado por espíritus de alto rango que se dedicaban a fortalecerse mediante la meditación, para así lograr subir de rango o bien: evolucionar.
El hambre y la tristeza atacaban a la pequeña Fate, quién ignorando a la primera se concentraba más en la segunda, intentando buscar la salida para regresar a los restos de su pueblo.
Tras dejar en Silver Forest a Fate, el Joven Blade, se dirigió hacia sus dominios. Mientras caminaba retiraba la máscara de lobo de su rostro y con un caminar lento, pero seguro de que había hecho lo correcto se dirigía hacia Colina Plateada, en donde se estaba llevando a cabo una asamblea de emergencia, organizada por los hermanos Black, Freez Black Star y Kayzer Black Storm, quienes estaban dando cada uno su punto de vista por las diferentes invasiones que los Cloverdfields habían realizado la noche anterior, ya que era un evento sobrenatural y así mismo pensaban que algo peligroso estaba por ocurrir en unos años.
—Los monstruos se han levantado en armas anoche, durante el eclipse lunar, esto solo puede suponer que ahora se están prepando para la invasión y destrucción de nosotros.—Decía el joven Freez a su hermano, Kayzer.
—Debes tener en cuenta que los Kraken's y las Leviatán's solo pueden ser cazados por los Heraldos y sus generales, hermano, ya que solo así demuestran su valor.— Le respondía Kayzer a Freez.
—También debemos recordar que, aunque nosotros somos Heraldos de guerra y muerte, también somos gobernantes de nuestros respectivos territorios y no podemos darnos el lujo de abandonar nuestros puestos, a no ser que sea una guerra.— Respondió el joven Blade mientras se acercaba a sus amigos.
La reunión era, principalmente, atendida por ellos quienes se dirigían hacia sus subordinados, también habían que por cuyo poder abrumador y descomunal eran considerados cómo Bestias o Demonios. La misión principal de dicha reunión era para que, en conjunto, crearan medidas de seguridad para evitar calamidades, caos y pérdidas, tanto físicas como de los subordinados entre sus naciones, y evitar que los llevara a una guerra muerta o perdida.
La reunión, tras llegar la noche, se había transformado en la Alianza De La Colina Plateada, en la que se había tomado el acuerdo total de los participantes para erradicar de una vez por todas a los Cloverdfields, siendo así misión suicida para los equipos que se iban a conformar con los aventureros de alta gama. Los cazadores experimetados estaban deseosos de sentir el éxtasis del filo de la hoja de la muerte en sus cuellos durante lo que sería una masacre. Lo que ellos no sabían era que en aquella reunión estaba un León Paria Demoníaco, quien era Lord de Orda buscando subir de nivel, pero que ninguno de los hermanos Black ni el joven Blade se habían percatado de su presencia, ya que había suprimido su poder y su apariencia. Aunque mostraba rasgos bestiales nadie le dio importancia porque varios de los presentes también mostraban rasgos bestiales.....
El infiltrado ya había identificado a los diferentes Helraldos que le podrían causar problemas además de los tres principales que dirigían aquella reunión, en total solo había doce personas peligrosas en la reunión, mientras escuchaba las estrategias que tenian pensado usar en su contra y en la de sus hermanos él pensaba en cómo contrarrestar dichas estrategias y así mismo reducir a los seres peligrosos.
La tarde avanzaba rápidamente para todas aquellas almas reunidas y nadie se daba cuenta que la noche se acercaba pesada y con penumbra mientras que a sus alrededores se concentraban monstruos y demonios atraídos por la fuerte concentaración de poder y de "comida" en la Colina Plateada, la noche empezaba ya a caer sobre los reunidos y ninguno aún se daba cuenta que estaban en una trampa sellada por el orgullo de los primeros y la desesperación de los monstruos atemorizados ante una posible extinción.
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El Día Que Los Recuerdos Detuvieron El Tiempo
RandomEra El Año 460, el año comenzó tranquilo y lleno de misterios, El Planeta Gea era sin duda un Planeta muy complejo y Devastador para sus Habitantes quiénes no solo luchaban entre ellos también luchaban contra Bestias, Demonios, Ángeles y Monstruos...