*𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏 𝒂𝒍 𝑴𝒊𝒏𝑳𝒊𝒙 - 𝑺𝒆𝒖𝒏𝒈𝑰𝑵 *
Este fic son de dos historias de amor entrelazadas por el destino, en un mundo omegaverse.
Lee Minho es el hijo favorito de la familia Lee, pues viniendo de una familia...
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Minho se había quedado 3 días con aquel joven hombre de nombre Hyunjin, pues su RUT había aparecido esos días.
Desde que estuvo con Felix aquella noche hace 4 años atrás, su lobo interior no era complacido con nada, era salvaje, mordía el cuerpo ofrecido sin marcarlo, apretaba la carne de la persona, golpeaba su pelvis con la del otro por horas, no había nada que lo complaciera al 100%, eran pequeñas migajas para saciar su ser interior, los pequeños cuerpos que fueron ofrecidos terminaban tan mal que algunos eran enviados a hospitales para ser curados, el único que apenas podía sobrevivir aquel color infernal de su interior era aquel amigo suyo de la universidad.
Minho se despertó de golpe, para mirar el cuerpo a su lado, se tocó la cabeza y miro su celular.
—Han pasado 3 días, —dio un suspiro —¿Hyunjin estas bien?
Puso sus dedos en su nariz para saber si aún el hombre a su lado estaba respirando, lo cual así era, pues estaba profundamente dormido por todo lo ocurrido, se levantó de la cama, desnudo, acomodó su cabello y se metió al baño, para vomitar no es que el hombre le provocara asco, es que hacer aquello, sin razonar, dejándose llevar por su instinto, como un animal, le provocará un sentimiento asqueante, tomo un baño y salió de la habitación con la toalla puesta.
El joven de la cama, yacía sentando.
—¿Te has despertado? ─preguntó Minho
—Si, mi cuerpo se siente adolorido
—Cheng te llevará a tu casa y te daré los medicamentos necesarios
—No nos hemos visto ni un día desde tu último RUT, ¿por qué no dejas quedarme y desayunamos algo juntos? ─sugirió el omega
—He permanecido ausente de la empresa por 3 días, no me puedo dar el lujo de perder más tiempo, si deseas algo de desayunar, Cheng te lo traerá, tómate el tiempo que necesites, solo que cuando regrese no debes estar aquí ─ordenó el alfa
—Minho, no me puedes tratar solo como tu juguete ─musitó
—Siempre fui claro contigo, te dije lo que te puedo ofrecer, y tu aceptaste sin dudarlo, así que no me haga decirlo de nuevo, o esto se terminara aquí
—Bien, bien, está bien.
Minho fue a su gran vestidor y se colocó su ropa para salir del departamento dejándole las instrucciones a Cheng, su fiel guardaespaldas, luego subió a su lujoso carro para ir a la empresa, pero antes de aquello pasó aquella florería, habían pasado varios días sin ver aquel florista.
Miro desde lejos, ahí estaba, regando las flores que se encontraban fuera del local, con un lindo mandil de color rojo, su cabello despeinado, unos pantalones ajustados que resaltaban sus hermoso glúteos, y su pequeña cintura, cualquier alfa, omega o beta, caería a los pies de aquel hermoso hombre.
