Capítulo II

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Nuevamente en la misma playa, la misma luna y el mismo mar, pero está vez desde otra perspectiva.

Me encuentro en un acantilado, este se encuentra justo al lado de la playa. Me acerco al borde y me inclino a ver. ¡Joder! Es bastante alto.

Cuando me voy a echar para atrás escucho una risa y un chapoteo. Al final del acantilado en el agua, se encuentra la hermosa sirena de cabello plateado y ojos bicolores.

Me mira y su risa continúa, nada hacia atrás y hacia adelante, se sumerge y vuelve a salir. Parece una niña jugando por primera vez en el mar. De pronto se aleja un poco y alza sus manos en mi dirección haciendo movimientos, invitándome a saltar. ¡Esta loca! ¡Voy a morir!

Sin previo aviso mi cuerpo comienza a retroceder. ¿Qué sucede? Mi cuerpo...no puedo controlarlo.
Tomo impulso y corro hasta el borde del acantilado donde salto hacia el vacío.

–¡Ahhhh! – estoy de regreso en mi habitación, todo mi cuerpo está empapado en sudor y mi respiración es acelerada.

Cierro los ojos y coloco mis manos en mi cara, comienzo a tomar largos y profundos respiros y trato de calmar mis nervios. Es solo un sueño. Es solo eso.

– Meliodas, hijo. ¿Estás bien? – mi madre a entrado en mi habitación seguida por mi hermano y mi padre.

– Si, solo fue..

–¿Un sueño? – interrumpió Zeldris – si sigues así puedes enfermar Meliodas, tienes ojeras y estás pálido.

–Zel tiene razón, Meliodas. ¿Qué pasaba en ese sueño? – me quedo mudo ante la pregunta de mi padre. No sé si hablar de esto...solo mi madre sabe que he estado soñando con una sirena pero no lo ha asociado a estos sueños raros.

El primer mes, solo me despertaba sobresaltado pero no lograba recordar de que iba el sueño. Solo eran momentos oscuros y solo fueron pocas veces, unas cinco. El segundo mes, podía recordar los sueños pero solo partes como la playa, yo en medio de esta, la luna reflejada en el mar, estos solo eran flashes pero con más frecuencia. Pero ahora en el tercer mes, todo cambió, los sueños son muy seguidos, más nítidos y tengo la extraña opresión en el pecho de que significan algo pero no encuentro lógica alguna.

Según investigaciones dicen que los sueños son representaciones de deseos, miedos, ideas, vivencias e incluso hay veces que muestra recuerdos muy guardados en la memoria, de cuando éramos muy niños por ejemplo. Pero no entiendo que tiene que ver una sirena en todo esto. Nunca he tenido el deseo de ver a una sirena, ni les tengo miedo, y mucho menos recuerdo haber conocido a alguna sirena en mi vida, es cierto que el tema siempre me resultó interesante, pero a qué persona amante de la mitología y leyendas no le parece interesante el tema de las sirenas.

Se que estoy estudiando Biología Marina y es una ciencia y todo pero no puedo evitar interesarme por cosas como esas. Son simplemente atrayentes. Además si soñara con hombres lobo o vampiros creo que sería más pasable porque son mis leyendas favoritas...pero ¿sirenas?

–¡Meliodas! – caigo en la realidad y recuerdo que mis padres estaban conmigo.

–Perdón, estaba perdido en mis pensamientos.

–Si, eso lo notamos – le lanzo una almohada a mi hermano para que deje el sarcasmo.

–¡Oye!

–Niños basta. No es momento para sus peleas tontas.

–No te preocupes mamá. Solo fue una...¿pesadilla? – mi madre alza una ceja mirándome con incredulidad.

–¿Me lo dices o me lo preguntas? – suspiro y me acuesto de nuevo.

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⏰ Última actualización: Jun 08, 2020 ⏰

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